Cortos de 1911.

sábado, 14 de mayo de 2011

Karol Wojtila beatificado en "fast track".



Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II, es beato desde el 1º de mayo. Benedicto XVI, lo proclamó en tiempo récord. La Iglesia católica quiere con estos gestos recuperar credibilidad y fieles en tiempos de crisis.

El 1º de mayo no sólo fue el día que Barack Obama presenció en vivo y en directo la ordenada muerte de Bin Laden en Pakistán. También en esa jornada el papa Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI, proclamó en la plaza de San Pedro la beatificación del polaco Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II. Aunque ambos sucesos no estuvieron ligados por ninguna causa visible ni racional, el presidente de Perú, Alan García, declaró que la muerte del terrorista saudita era el primer milagro de Juan Pablo II.


Aunque desafortunada, esa declaración puede servir como un índice acerca de la completa subjetividad con que la Iglesia valora los llamados milagros. Y cómo los utiliza políticamente, como en este caso, donde necesitaba beatificar al polaco y allanar, en el menor tiempo posible, su futura canonización.


Benedicto XVI escuchó el 8 de abril de 2005, en el funeral de su antecesor, el clamor de la multitud de "santo súbito". Esa gente lo quería santo en un santiamén, valga la redundancia. Aún batiendo todos los récords y pasando por sobre los procedimientos para el particular, eso demoraría un cierto tiempo. Y los asistentes al funeral sabían lo que querían y lo querían inmediatamente.


Habría sido un escándalo. Y el papa Ratzinger, siendo el primer interesado en esa vía rápida (fast track), sabía que no podía hacerlo ipso facto. No se demoró casi nada, porque tres meses después autorizó la apertura del trámite vaticano para la beatificación. Eso y la instantaneidad fue prácticamente lo mismo. Usualmente transcurren diez o más años desde la muerte de una persona, por lo general religiosa, para que se otorgue luz verde al inicio del expediente. Fue casi un santo súbito.


Reaccionario


Pese a tanta prontitud hubo en un momento una piedrita en el camino. ¿Acaso en Roma tomaban nota de las posiciones reaccionarias del polaco, opuesto por el vértice incluso al uso del preservativo para evitar el Sida? ¿O quejas por la ayuda que brindó durante sus casi 27 años de papado a los curas y obispos pedófilos que arruinaron la vida a miles de personas en el mundo? Ni una cosa ni la otra. La pausa tuvo que ver con que dos médicos de la Iglesia no se ponían de acuerdo en el primer milagro adjudicado a Wojtyla. Uno estaba de acuerdo en que había curado en forma instantánea, completa y duradera del Mal de Parkinson a Marie Simon-Pierre, monja francesa. Otro colega dudaba. Posiblemente este galeno se habrá preguntado cómo pudo Juan Pablo II curar del Parkinson a la religiosa si él mismo padecía esa enfermedad y no pudo superarla. Como la Iglesia tiene razones que la ciencia no entiende, y viceversa, al final el dudoso dio su consentimiento y sanseacabó, la beatificación ganó velocidad y llegó a término.


En su homilía del 1º de mayo, Benedicto XVI le atribuyó al muerto un milagro mayor, como fue la caída del socialismo. Exageraba. Ese sistema cayó en una parte del mundo -en otro sigue gozando de buena salud- por errores propios y las campañas adversas de los imperios de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y la CIA, con los que Juan Pablo II tanto colaboró para la debacle de Polonia y Europa del Este. ¿Acaso esa parte del mundo ahora está mejor?


Opositor tenaz


El extenso volumen "Su Santidad", del italiano Marco Politi y el estadounidense Carl Berstein, documenta esa alianza política entre el Vaticano y las potencias capitalistas que trabajaban para el fracaso del socialismo. Hubo apoyo papal al sindicato Solidaridad del reaccionario Lech Walesa y toda una planificación política y financiera para que tal fracaso ocurriera. El libro cuenta las reuniones del Papa con el subjefe de la CIA, general Vernon Walters, como parte de esas campañas de desestabilización.


El resultado de esa victoria es que los pueblos cooptados por el capitalismo han sufrido un neoliberalismo extremo, desocupación y crisis económicas muy profundas. Wadowice, localidad natal de Wojtyla, podrá tener en estos días una ampliación de mil metros en su museo sobre el personaje. Pero Polonia hoy es una semicolonia y socio menor de la OTAN, donde Washington emplaza baterías de misiles y alerta temprana como parte de su puja con Rusia.


Por suerte para el beato y su sucesor en el trono de Pedro, los movimientos sociales, feministas, gays, progresistas y otros a nivel mundial no tuvieron arte ni parte en la beatificación anunciada el 1º de mayo.


Es que para este amplio espectro Wojtyla no lo merecía, por su oposición tenaz y brutal al matrimonio igualitario, la homosexualidad, planificación familiar, fecundación asistida, métodos de anticoncepción y los abortos, incluso los no punibles. Ni siquiera el módico forrito se salvó de sus diatribas; estaba prohibido hasta para personas de distinto sexo que padecieran la enfermedad del Sida. Eso era pecado, tanto como el divorcio, por lo que los divorciados no tenían derecho a comulgar.


Los pederastas


Tanta enemistad con la ciencia y la bondad humana se complementó con la tolerancia amplia con los miembros de la Iglesia, incluso cardenales, que eran comprobadamente pedófilos.


Wojtyla y Ratzinger fueron protectores de la pedofilia de su institución. Es un fenómeno tan amplio que a la Iglesia de EE UU le costó unos 2.000 millones de dólares en juicios de los afectados por esos abusos sexuales de sacerdotes.


El diario Boston Globe descubrió que el arzobispo de Boston, cardenal Bernard Law, había protegido a más de 80 curas pederastas durante años. El cardenal fue trasladado en 2002 a Roma como titular de la basílica de Santa María Maggiore. Cobra 12.000 dólares mensuales e integra el Consejo Vaticano de la Congregación para los Obispos. El Papa rezaba y miraba para otro lado.


¿Cómo va a ser declarado santo el que protegió al padre Marcial Maciel y a su orden, los Legionarios de Cristo?", se preguntó el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal. Esa orden tenía un presupuesto de 650 millones de dólares con parte de los cuales compraba su impunidad en Roma. Recién en 2006 se ordenó que Maciel se retirara a orar, en vez de ponerlo en manos de la justicia mexicana. En cambio Cardenal fue reprendido públicamente por el Papa en un viaje a Managua.


¿Qué dirá el Santo Padre?


Los reproches a los sacerdotes tercermundistas fueron moneda corriente y no sólo a Ernesto Cardenal, Miguel D'Escoto y Fernando Cardenal. El último debió renunciar como ministro de Educación sandinista porque el Vaticano se lo exigía. Escribió una Carta a los Amigos donde explicó: "Quien se negó rotundamente a conceder la excepción a los sacerdotes de Nicaragua para seguir trabajando en el Gobierno Revolucionario fue el Papa Juan Pablo Segundo. Me duele esta afirmación pero cristianamente no puedo callarla" (Revista Envío, enero de 1985).


A otros teóricos de la Teología de la Liberación, como al brasileño Leonardo Boff, los condenó al silencio. Con estas actitudes el Vaticano relativizó su autocrítica light respecto a Galileo Galilei, por quien hubo disculpas en 1992, por lo que hace 19 años que la Iglesia admite formalmente que la Tierra gira alrededor del sol.


Aunque no fuera tan grave como eso, el diario del Vaticano recién en 2010 retiró su condena a Los Vétales, de que había en ellos un cierto "mensaje misterioso y quizás satánico". Habían pasado 40 años de la separación de la banda de Liverpool.


Carrera meteórica


¿Por qué tanta rapidez para ciertas beatificaciones y tanta lentitud para otras tomas de posición sobre temas que tienen que ver con la Iglesia? La respuesta es política. Por eso Juan Pablo II es casi un santo súbito, en una carrera meteórica que también recorrió José María Escrivá de Balaguer, el fundador de la ultraderechista orden Opus Deis. Este vasco profranquista y antisemita ya llegó al cielo como santo. Ahora es San José de Escrivá y su retrato en un cuadro está en la nave central de la catedral de San Salvador.


En cambio, no está allí el rostro del cardenal Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por el Ejército salvadoreño entrenado y armado por el Pentágono y las grandes patronales salvadoreñas. Han pasado 31 años y monseñor Romero, el obispo mártir, no es beato ni santo. Del argentino Enrique Angelelli tampoco hay noticias vaticanas, apenas algunas de orden judicial en La Rioja.


Esas luces verdes y rojas, para el avance de algunos y el freno de otros, obedecen a motivos estrictamente políticos, sin que haya razones de fe.


Hubo muchos crímenes de militantes populares en Latinoamérica sin que el Vaticano se inmutara. Por eso la chilena Violeta Parra cantaba "¿qué dirá el Santo Padre, que vive en Roma, que le están degollando a su paloma?". Hablando de Chile, el ahora beato tuvo muy buenas relaciones con el dictador Augusto Pinochet. Dos potencias anticomunistas se saludaban.

jueves, 5 de mayo de 2011

"Estamos sufriendo..."



No toca a los no católicos, y menos a los no creyentes, juzgar la beatificación de Juan Pablo II en tanto hecho religioso. Los católicos sabrán si el personaje reúne los méritos que la regla exige para iniciar el camino de la santificación y, caso contrario, aducirán las pruebas del caso. Ese es su derecho intransferible. En cuanto ciudadanos del mundo, el nuestro reside en preguntarnos si las virtudes proclamadas del beatificado trascienden los límites confesionales para convertirse, digámoslo así, en valores universales, como de algún modo lo pide desde Roma Benedicto XVI, tan preocupado por asegurarse de que las reverberaciones mediáticas de su antecesor le ayuden a paliar los duros tiempos que le ha tocado encarar. Y aquí surge el debate que trasciende las razones eclesiales. No se entiende cómo, hablando de moral y virtudes, en el proceso de canonización se desvaneció la actitud de Juan Pablo II ante las conductas delictivas en las que incurrieron numerosos sacerdotes, entre ellos el mexicano Marcial Maciel, cuya cercanía al papa polaco es historia sabida. Pero así están las cosas. La Iglesia católica se aferra a sus viejos códigos conservadores y opta, como dice Claudio Magris, por "un espectacularismo que llene de vez en cuando las plazas", aunque "deja cada día más vacías las iglesias".

No escribo, empero, para polemizar sobre la beatificación en sí, que, repito, es un acto religioso respetable, cuyo significado habrá de ser interpretado por los propios católicos, si bien se puede hablar del hecho también como un fenómeno "terrenal", propio de la lucha por el predominio ideológico a escala universal, es decir, como la defensa de una concepción del mundo que intenta sobrevivir sin que la institución que la encarna parezca dispuesta a una verdadera renovación. Pero ese es un asunto que merece más que estas divagaciones, cuyo propósito es el de señalar la profunda contradicción en la que incurrió el Presidente de la República al presentarse a la beatificación en su calidad de jefe de Estado. Que Felipe Calderón acepte en sus términos el proceso para santificar a Karol Woyjtila es una cuestión que concierne a su propia conciencia, a sus creencias religiosas que nadie cuestiona, pero que convalide su propia catolicidad haciéndola extensiva a la representación de todos los mexicanos es, sin duda, un grave exceso.

Para justificar el súbito viaje a Roma, el gobierno elaboró un comunicado que podría servir como ejemplo del grado de simulación al que se ha llegado en la interpretación de las leyes que rigen al Estado laico cuyo abandono por los presidentes panistas debería ser un escándalo nacional. Dice la Presidencia que la visita "respondió a la invitación oficial del Estado Vaticano y es expresión de los vínculos diplomáticos existentes entre ambos estados", y a continuación alega que allí estuvo junto con "altos funcionarios y representantes de más de 80 países", pero en ninguna parte de la explicación se reconoce que la beatificación es puramente un acto religioso. Por cierto, el comunicado elude señalar que entre los representantes "de más de 80 países" sólo 16 eran jefes de Estado o de gobierno, y entre ellos estaban los presidentes de Zimbabwe, Robert Mugabe, y de Albania, Bamir Topi. De América Latina, además de Calderón, hizo el viaje su homólogo hondureño, Porfirio Lobo, nadie más.

Como es natural, la agenda de trabajo se limitó a observar la ceremonia y a un breve saludo al Papa. El resto del escaso tiempo presidencial se distribuyó entre entrevistas a la televisión y el encuentro con Giovanni Sartori, viejo conocedor de la arquitectura política mexicana. La imprecisión deliberada del comunicado oficial, así como la tozudez para hacerse presente en el acto emblemático de la elevación de Juan Pablo II, abrieron la puerta a la interrogante que los analistas han tratado de responder desde entonces. ¿A qué fue el Presidente a Roma? ¿Qué objetivos se planteaba, más allá de probar su devoción hacia el fallecido pontífice cuyo carisma conmovió a México?

La primera respuesta tiene que ver directamente con la solicitud que el presidente Calderón le hizo al Papa ya en la sacristía de San Pedro, recogida por la televisión vaticana. Se trata de un fugaz diálogo en el que sobresale el tono dramático de Calderón en el que parece un desesperado llamado de auxilio, impropio entre jefes de Estado, pero normal en una relación paterno-filial. Calderón dijo: “Santo padre, gracias por su invitación, gracias a usted y a la Iglesia. Le traigo una invitación del pueblo mexicano (…) Estamos sufriendo por la violencia. Ellos lo necesitan más que nunca, estamos sufriendo. Lo estaremos esperando”.

Es una lástima que ese "estamos sufriendo" no aparezca cuando se trata de los informes triunfalistas acerca de la guerra contra el crimen organizado, donde la ciudadanía resulta reprendida por desconfiar de un curso de acción que deja sólo un rastro de muerte y desesperación.

Una vez más, la jerarquía gobernante, estrechamente vinculada por tradiciones y nexos materiales e inmateriales a la jerarquía católica, pide que ésta le ayude a sacar las castañas del fuego, sin precisar a cambio de qué. No es casual que especialistas como Bernardo Barranco vean en el viaje a Roma el comienzo de la estrategia panista para ganarse de nuevo la confianza de los altos prelados mexicanos, que ya se han embarcado en la gran coalición que ha propuesto sentar al gobernador Peña Nieto en la silla presidencial, toda vez que el panismo no ha dado los resultados que ellos esperaban, y a los que apostaron con fuerza en 2000 y 2006. Por lo pronto, el Estado laico ha sufrido un nuevo atropello.

PD. Hoy parte de Cuernavaca la marcha por la paz y la justicia que deberá culminar el domingo 8 en el Zócalo capitalino. Se trata de una causa justa, legítima, nacional, capaz de trascender las diferencias y asentar el esfuerzo unitario a favor de la vida y la dignidad de las personas, para revertir el grado de violencia y descomposición social que ya se registra en buena parte del país. Así, la indignación ciudadana vence al miedo para convertirse en un grito colectivo, en la protesta moral que servirá en la medida que permanezca y sea capaz de crear un marco de exigencia a la autoridad.

lunes, 25 de abril de 2011

La religion del capitalismo.



He ahí los medios de comunicación, que no somos capaces de imaginarnos hasta qué punto controlan nuestras vidas, a pesar de que seamos muy de izquierdas. Parece como si hubiese que creerse a pies juntillas lo que opina la televisión española de La masacre de Gaddafi contra su propio pueblo, lo que está pasando en Siria o confiar en las autoridades japonesas en su dosificación de las noticias sobre el inmenso desastre y todo lo que opinan La Sexta y los programas de humor ridiculizando el fenómeno ovni y tantos otros temas que no les interesará tratar hasta que la élite terrorista de paranoicos banqueros genocidas decida que van a usar ese argumento como la nueva mentira para instaurar su Gobierno Mundial capitalista y fascista.


Hasta los que van más de ser de izquierdas, véase La Sexta (esos rojos republicanos, bolcheviques y radicales filoanarquistas), acaban criticando a los antisistema en sus manifestaciones y corroborando las cifras de asistencia que promulgan las autoridades. Y como lo dicen Buenafuente o Berto Romero y hace gracia, entonces, millones comparten esa visión del mundo. Y aquí nos hallamos, paralizados ante el genocidio capitalista, escandalizados por detalles poco escabrosos (como que el Gobierno de turno hable con ETA) y omitiendo y tolerando por la vía humorística la corrupción política, entre tantas y tantas plagas inhumanas impuestas por humanos que tratan de preservar una religión. Esta religión es a todas luces inviolable en todos los círculos de discurso, dada la perfección de sus dogmas, puesto que siempre existe un oráculo experto en economía que racionaliza acerca de conceptos reservados a unos pocos, cuya complejidad y aburridas matemáticas es sólo la máscara para evitar que el gran público sea consciente de qué es su dinero o si existe en verdad. Yo mismo le manifesté a mi profesor universitario de una carrera económica que el sistema que hoy día nos encierra en esta prisión global tiene muchos puntos en común con una religión. Es la religión de los dioses mercados.


Hay que acallar las ansias especulativas, hay que hacer sacrificios, medidas de austeridad... vamos, ofrendas a los dioses, a la vieja usanza. Lo siguen pagando los de siempre, los que no están en la clase dominante. Y sí, se siguen haciendo sacrificios humanos. Lo son las guerras en nombre de "la libertad" contra el "terrorismo", que por todos es sabido aquí, supongo, que son necesarias para la industria bélica alcance grandes beneficios monetarios y para que ciertas corporaciones propiedad de los terroristas del gobierno de Estados Unidos en la sombra hagan el agosto expoliando los recursos naturales de países donde generalmente los locales no viven, digamos, del todo bien. Para sus dirigentes se aplica esta máxima: amigos inseparables hoy, tiranos mañana. En realidad, hablar del capitalismo como una religión, no deja de ser exactamente lo mismo que hablar de cualquier culto y no es ninguna analogía hecha en broma para ridiculizar la fraudulencia del sistema. Son ritos diferentes, porque es una religión diferente. Sin embargo me parece más decente el cristianismo, pero el cristianismo de ciertos libros de la Biblia, por su moral. Otro día ya hablaremos de la banca vaticana, si queréis y sus negocios sucios fascistas. Aunque hay que ser muy cautelosos con estos temas, debido a la controversia que genera tratarlos a la ligera, ya que a la mínima salta gente de izquierdas que no tiene ni idea de a qué me refiero en concreto. Aquí hay para todos: ese es un tabú de la izquierda que debemos superar. Yo quería decir que me parece más decente en algunos aspectos, aunque secta y religión no dejan de ser lo mismo y he de recordar a todas aquellas personas que todavía no lo sepan, que todas las religiones comienzas siendo sectas, porque al principio, el número de creyentes siempre es muy reducido.


El capitalismo parece algo así como una religión/secta satánica, debido a su componente de sadismo y de destrucción inherente. Es un pack muy interesante del que pocos se acuerdan, porque he de decir que no sólo destruye el medio ambiente, no sólo destruye a las personas físicamente acabando con sus vidas o no permitiendo que sus cuerpos se compongan de materia suficiente para estar mínimamente sanos, véase el caso de tantos niños sufriendo hambrunas galopantes y los casos de canibalismo contemporáneo o el drama del agua en África. No sólo es eso, también destruye los sueños y esperanzas de generaciones enteras, que ven mermadas las ansias de ser algún día realmente felices, pues el futuro que les auguran es negro. Es más negro que un agujero negro, que paradójicamente a veces brilla y no es totalmente negro, justo como la luz al fin del túnel en la crisis del que tanto hablan en los medios de comunicación convencionales, como si eso paliase algo la situación en la que nos encontramos con una juventud con unos niveles de paro alarmante, que no tiene esperanzas de salir de casa de los padres hasta los treinta y muchos. Lo peor de todo es que lo asumimos todo desde la vía humorística de nuevo y es como si de alguna forma estuviésemos culpando a toda esa generación de las atrocidades que se estaban preparando mientras ellos eran niños. Los caminos ya estaban trazados.


Buena prueba de esto mismo de lo que hablo es precisamente que mucha gente, y entre este tupido grupo se puede incluir a muchos de los llamados "intelectuales", que no dejan de ser los más "izquierdosos de centro izquierda" dentro de lo políticamente considerado aceptable por la corporatocracia fascista esclavista para que actúen como el extremo radical. «Es que los extremos no son buenos», sacan muchos en conclusión. No, ya veo, ya. Para nada son buenos, si esa visión de la izquierda es la única posibilidad a la que podemos aspirar.


Sin duda, el fascismo es una enfermedad mental, propia de mentes enfermas que viven en un mundo de vergüenza, creencias limitantes y que no tiene suficiente sexo y/o de calidad, por lo que culpa al mundo de algo que no puede tratar porque es tabú. Para romper tabúes ya están las feministas que entran a enseñar las tetas en la capilla. Es tabú en primera esencia que estos fascistas reconozcan sus problemas y pidan ayuda. Ya no hablar de los fascistas gays, que eso es la cosa más enrevesada que puede existir, algo así como un obrero de extrema derecha, aunque desgraciadamente ya es algo tan tristemente común que es mejor llorar. Entonces estos proto-fascistas de ambas aceras se refugian en grupúsculos de friquis abandonados a la buena de dios, que son el caldo de cultivo de crispación social contra trabajadores extranjeros, por poner un ejemplo.


Ellos tratan de echar la culpa de los problemas individuales de sus vidas a los demás. Sólo les hace falta que el sujeto o colectivo en cuestión que se pueda catalogar como "diferente" para colgarle todos los sambenitos posibles y más de los que humanamente existen, en ese acto repugnante que protagoniza la ultraderecha a la hora de crear absurdas conspiraciones, que a menudo son más aceptadas por la gran parte de la población, debido a que ellos tienen en su poder medios de comunicación a través de los cuales pueden esparcir impunemente toda esa serie de falacias fundamentadas en medias verdades que acaban enrevesando para proclamarse dueños y señores de la verdad. Oiga, si yo me equivoco, en mi caso, estaré encantado de reconocerlo, si hace falta, públicamente, porque el hecho de apercibirse de haber estado errado debiera ser celebrado y no asociarlo al fracaso, porque de hecho es el mayor triunfo al que puede aspirar cualquier ser humano. Pero los mainstream media siguen en su empeño de querer hacernos razonar que somos todos malos, competitivos por naturaleza y que venderíamos nuestro alma por dinero si tuviésemos la posibilidad. Y mientras tanto en Intereconomía culpan a los contemporáneos humanistas de actos que ellos no cometieron. Además de eso, meten a todos en el mismo saco, porque son tan ignorantes (o pretenden serlo) que no hacen diferencias entre todas las facciones de la izquierda. Quizás gracias a que se lo planteen de esta forma nos pudiesen estar haciendo un flaco favor sin darse cuenta. Si es que los extremos no son buenos.


¿Quién se cree ya las verdades oficiales? Precisamente por eso, ya que las verdades oficiales son un enredamonas, la gente, a la hora de encender el televisor para ver informativos (los pocos que pueden presumir de que les guste enterarse de lo que sucede en el mundo), como ahora que les cerraron el CNN+ sólo tienen las rancias charlas del Canal 24H de TVE y ¡cómo no! «Intereconomía, la televisión más libre» reza uno de sus eslóganes. ¿A qué se van a agarrar pues? Es mucho más sencillo encender la televisión y aunque sea, adoptar cara de lechuza debido a la negatividad con la que aborda esta gente tan frustrada nuestra existencia bajo los ojos de su dios el Becerro de Oro, con tal de oír algún suceso interesante con el que ponerse de peor humor, porque leer es una actividad relacionada con los libros, cosa que la generación de la televisión aborrece. Es que carecemos de una televisión de izquierdas que pueda al menos contrastar con la visión del mundo que nos vende el neoliberalismo totalitario.


Una anécdota mía es que hace poco tiempo había visto en una red social española el estado actualizado de un amigo, al que le tengo cariño igualmente, que diría traducido algo así como «¡Joder, ya no tengo coche para el rally y aún encima este año estoy sin curro y sin novia! ¡¡¡¡Puto ZP, dimisión!!!!». Como digo yo, Zetapedo tiene la culpa de todos los problemas, hasta de las tormentas. Mientras podamos tenerle como cabeza de turco sobre la que verter todas las acusaciones acerca de la crisis, entonces estaremos tranquilos y podremos seguir saliendo los fines de semana a emborracharnos y a hacer botellones para olvidar la desgracia que se cierne sobre nuestras insignificantes existencias a ojos de la élite terrorista de banqueros esclavistas. Ahora actuaré un poco de abogado del diablo: seguramente Zapatero en sus inicios sería un joven republicano y socialista, de ideales nobles, pero cuando llegó al poder le cantaron las cuarenta y fue bien advertido por los mensajeros de los banqueros terroristas de cuáles serían las consecuencias para él y para su familia si se le ocurriese acometer todas aquellas reformas que habría pensado en su juventud. Sea como sea, se ha convertido en un monstruo que sólo contenta a Emilio Botín, a la criminal SGAE, a la hipócrita y ladrona DGT y demás corporaciones que están manos privadas, las cuales nos chupan la sangre como sanguijuelas sedientas salidas de ver Crepúsculo.


Es asqueroso observar con ojo caritativo hipócritamente cómo hay gente que se afilia al PSOE e intentan comulgar con línea política, intentando comprenderla y tacharla de víctima de las temeridades del PP cómo la única justificación válida para salvarse de caer bajo la guillotina del pueblo que ya no quiere a su Rey, pues no merece ningún tipo de contemplación. Cuando hablo de Rey, no me refiero exclusivamente al monarca sino a todas las instituciones del Estado al completo. No querríamos una república con un Sarkozy a la cabeza o con un resultado parecido al de Finlandia en las recientes elecciones donde la extrema derecha subió tanto en un país aparentemente tan culto y desde fuera, aparente y socialmente avanzado. Pero ese es ya otro debate. Lo más simple es decir que en realidad no existe una verdadera democracia y que nunca ha existido, que el capitalismo es un fracaso y que no hay mal que mil años dure. Las vidas de la élite opresora, espero no pasen de los 90 años, pues se postergan en dinastías y clanes, pero mientras seguimos quejándonos sólo y apagando las penas con Prozac, alcohol, drogas blandas o drogas de síntesis estaremos condenados. Mientras les demos tiempo para perfeccionar el control mental, ya sea mediante el control del suministro de desinformación o mediante el control mental físico por microondas estaremos condenados. Imagínense ustedes que dentro de unos pocos años, la policía reprime las manifestaciones en España ya no con gases lacrimógenos ni pelotas de goma, si no con microondas. Sería muy difícil organizar una revolución mundial en esas circunstancias. Lo que necesitamos hacer, la hoja de ruta para acabar con este sistema es primero informar al mundo que su principal problema es el dinero y su acumulación.

martes, 19 de abril de 2011

¿Derechos humanos......pero no tanto?.




Si somos incapaces de preservar la especie humana, ¿qué objeto tiene salvaguardar las especies vegetales?
Wangari Muta Maathai


En estas últimas más de dos décadas, caído el muro de Berlín y reconfigurados los poderes globales, el mundo ha cambiado mucho. ¡Muchísimo! sin dudas; y no para beneficio de las grandes mayorías precisamente. Se han perdido conquistas históricas en el campo popular en lo tocante a aspectos laborales, se acentuaron más aún las diferencias Sur-Norte, se remilitarizó el planeta.

En otros términos: triunfaron ampliamente las fuerzas del capital en su versión más ultraconservadora. Y todo indica que ese triunfo cambió las cosas para largo. No “terminó la historia”, como se pretendió algunos años atrás; pero la naturaleza del cambio en juego es, definitivamente, muy profunda, y revertirlo se ve como algo muy lejano en estos momentos.


Como parte de ese triunfo, hoy por hoy inapelable, se da un proceso muy particular consistente en la apropiación, por parte de las fuerzas vencedoras, del discurso que, unos años atrás, era patrimonio de las izquierdas políticas. Pero de ninguna manera esto tiene lugar por una evolución progresista de la situación internacional, por un mejoramiento de las condiciones humanas generales. Este cambio, sutilmente, puede terminar funcionando como una mordaza contra cualquier forma de descontento, de protesta.


Los derechos humanos, en tanto forma de reivindicación de los principios que fundamentan la igualdad entre todos los miembros de la especie humana, tienen ya una larga historia, y no son, en realidad, patrimonio del pensamiento de izquierda. Surgieron con la burguesía moderna. El mundo moderno, la concepción política y social de la industria capitalista, tiene como punto de partida justamente los derechos humanos. Claro que –valga la salvedad– estos derechos (los llamados “de primera generación”) son de carácter individual, atañen al ciudadano, a la figura de un ente personal. Los ideólogos de ese momento tan fecundo en la historia –los iluministas franceses, los padres fundadores norteamericanos, ubicados todos en los finales del siglo XVIII– concibieron un mundo de las libertades del individuo, superando así los lastres todavía feudales, monárquicos y teocéntricos con que se movían las sociedades europeas de ese entonces, y sus respectivas colonias al otro lado del Atlántico. Pero de ninguna manera estos derechos, la formulación teórica de esos principios, su visión fundamentalmente jurídica, puede conectarse con lo que, un siglo más tarde, estaría proponiendo el marxismo, el socialismo como corriente política.


La Declaración Universal de los Derechos del Hombre dieciochesca (machista, ni siquiera se menciona a la mujer) no contempla como un eje fundamental la estructura económico-social. El acento estaba puesto totalmente en el ciudadano como ente político: libertad de expresión, de asociación, de locomoción. Debieron pasar años –y correr mucha sangre– para que las diferencias económicas fueran consideradas igualmente como algo atinente al ámbito de los derechos humanos generales (los llamados derechos colectivos, derechos “de segunda generación”); y mucho más aún para que se consideraran los llamados universales (“de tercera generación”): derecho a la paz, a un medio ambiente sano.


De todos modos, por su nacimiento, por cómo fue tejiéndose su historia, el campo de los derechos humanos sigue estando asociado fundamentalmente a la esfera político-civil. Si bien no es una especialidad jurídica, todo apunta a esa identificación. En una aproximación rápida –y sin dudas superficial– puede llegar a identificárselos con democracia –hoy día palabra ya muy desgastada, que a base de tanto manoseo significa todo y no significa nada. En su nombre, por ejemplo, puede invadirse otro país y matarse seres humanos–.


Si bien en los países latinoamericanos ha ido tomando en los años recientes un cariz de denuncia, el tema de los derechos humanos no necesariamente está ligado a los proyectos políticos de izquierda. De todos modos, su formulación puede conllevar algo de contestatario, en tanto abre una crítica contra una situación dada (cualquiera fuere, sin incluir allí forzosamente una lectura de la sociedad en términos de luchas de clases: denuncia cualquier tipo de discriminación, de injusticia). De acuerdo al contexto en que se haga, levantar la voz contra el Estado como violador de derechos humanos puede tener un sentido de profunda acusación, y por tanto, de proyecto de transformación. En Latinoamérica, más aún en las pasadas décadas cuando los Estados contrainsurgentes se constituyeron en los peores violadores de derechos humanos, violadores del derecho primero a la vida incluso, levantar la voz contra esas tropelías era profundamente subversivo. En esas latitudes los poderes dominantes criminalizaron los derechos humanos, y hoy no es infrecuente ver que se los liga –interesadamente, por supuesto– a la idea de “defensa de los delincuentes”, así como años atrás se los ligaba a “defensa de guerrilleros subversivos”. Pero los derechos humanos no tienen forzosamente el color de la izquierda.


Protestar, o incluso demandar al Estado porque permitió, por ejemplo, la construcción de un aeropuerto muy cerca de una ciudad dado que eso hace molesta la vida cotidiana de sus habitantes por el ruido excesivo (escenario posible en un país escandinavo, digamos), no conlleva ninguna semilla de transformación social. Es, simplemente, una protesta respecto a algo que atenta contra la calidad de vida. Como vemos, entonces, el campo de los derechos humanos es tremendamente amplio y puede dar para un enorme abanico de posibilidades.


Plantear cambios profundos, o incluso plantear cualquier cambio, ha sido hasta ahora una afrenta intolerable para los poderes constituidos, que son siempre conservadores, en cualquier parte del mundo. Sin embargo hoy, en esta fase de triunfo absoluto del capital, se da este fenómeno del avance de un pensamiento que recoge la idea de derechos humanos; es posible decir en voz alta todo aquello por lo que hace algunas décadas se masacraban poblaciones completas. En ese sentido podríamos estar tentados de considerar que ha habido un progreso cultural, político. Tenemos el derecho a exigir respeto a la vida tanto como condiciones dignas de vida; por tanto todos podemos expresar abiertamente tener derecho a vivir en paz, a no ser discriminados por ningún motivo, a expresar sin temor nuestra opción sexual o nuestra preferencia religiosa. Cosas quizá impensable en el marco de la Guerra Fría, donde una visión maniquea de la realidad no permitía estos matices, importantísimos sin duda, y donde todo se reducía al modelo económico en juego: o se estaba con un bloque ideológico o con el otro, lo demás no contaba.


Pero insistamos con la idea: podemos estar tentados de considerar que hay una sustantiva mejoría en la condición humana. Hoy, en medio de una ya extendida cultura de derechos humanos, no se podría linchar impunemente a una persona negra –como pocas décadas atrás todavía hacía el Ku Klux Klan en el sur de Estados Unidos–, y hasta, por el contrario, un afrodescendiente puede ocupar la Casa Blanca; o nadie agrediría públicamente a un homosexual por su condición de tal –al menos en Occidente– sin consecuencias. Aunque se los siga explotando de manera inmisericorde, nadie se atrevería a mencionar en público algo insultante contra los pueblos originarios del continente americano, y en cualquier país de Latinoamérica ya no sorprende que su presidente sea una mujer. No hay dudas que se ha dado un paso adelante, por lo menos en lo declarado. Lo “políticamente correcto”, siempre de la mano de la idea de derechos humanos, se ha impuesto en forma universal.


Sin embargo –y esto es lo que debe puntualizarse con preocupación– en nombre de los derechos humanos (asimilándolos al discurso de la democracia) se pueden esconder situaciones de la mayor injusticia. En su nombre se puede hacer cualquier cosa. Sólo para ejemplificarlo con algo que ya hemos olvidado, pero que sigue siendo una herida abierta: en Kosovo, en plena Europa, hace apenas un años se masacró a población civil llegándose a hablar con toda tranquilidad de “bombardeos humanitarios” (sic) en nombre de los derechos humanos. O en su nombre, por ejemplo, se puede llamar a la “resolución pacífica de conflictos” (un conflicto gremial, digamos) allí donde en realidad no hay conflictos sino reivindicaciones legítimas.


El discurso de los derechos humanos es universal; pero por ello mismo es tan amplio que da lugar a todo. Es el Estado quien debe, en principio, garantizar su cumplimiento. Pero si las políticas impuestas por la globalización del capital van contra el Estado: ¿a quién se lo exigimos entonces? Si se toma al pie de la letra lo que los derechos humanos nos confieren como facultades para la población, y se exige en consecuencia –aunque no sepamos claramente a quién exigirle–, si se los pone en práctica, por fuerza se abren confrontaciones: si todos tenemos derechos a una vida digna, sin dudas alguien demasiado “afortunado” en la distribución de las riquezas tendrá que renunciar a sus derechos a la propiedad; si todos tenemos derecho a la paz, hay que terminar con la industria bélica y la hegemonía militarista estadounidense (pero, ¿cómo lo hacemos?); si todos tenemos derecho a un medio ambiente sano, ¿cómo cambiamos el modelo de desarrollo insostenible en curso que inexorablemente nos lleva a una catástrofe medioambiental global?, ¿a quién se le exige ese cambio?


Con todo esto, en definitiva, queremos decir que en la forma en que se concibe todo el campo de los derechos humanos existe el riesgo (insistamos: existe el riesgo, lo cual no significa que ello pase siempre) de quedarse en un discurso vacío, sin incidencia en la realidad.


Mucho de las agendas de la izquierda de hace un par décadas es asumido hoy como plataforma de los grandes factores de poder, incluidos los derechos humanos. ¿No es, como mínimo, llamativo este corrimiento?.

miércoles, 13 de abril de 2011

El vuelo de Yuri Gagarin.



El vuelo del cosmonauta soviético Yuri Gagarin inició hace 50 años la conquista por el hombre del espacio cósmico.

Aquella proeza resumió una historia de sueños, intentos y esfuerzos de Rusia por llegar al espacio sideral, incubados desde el siglo XIX.


Aún en la Rusia zarista, el teórico Konstantin Tskikovski ya consideraba que el hombre de ninguna forma podía contentarse con conocer a la Tierra, pues debía ir más allá y explorar el espacio.


Tal empeñó nunca abandonó a los científicos e ingenieros rusos y continuó con más bríos después del triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre, en 1917.


Nombres como los de Serguei Pavlovich Koroliov quedaron por siempre como método, pensamiento y enseñanzas de referencia al hablar de la era aeroespacial en el mundo.


Algunos recuerdan que en 1933 se registró una explosión en el sótano de un edificio moscovita que atrajo la atención de la policía, la cual poco después selló el lugar sin más explicaciones. Al parecer, se probaban fórmulas para alcanzar la velocidad cósmica (7,91 kilómetros por segundo).


Sin embargo, es justo reconocer que los avances de los soviéticos fueron insuficientes como para adelantarse a lo que pudo lograr la Alemania nazí, con su esclavización y el saqueo de otros países de Europa a quienes despojó de cerebros, secretos, estudios, materias primas y recursos financieros.


Para la II Guerra Mundial, los especialistas al servicio de Adolfo Hitler ya habían elaborado los módulos V-1 (un pequeño avión-bomba no pilotado) y V-2 (un verdadero cohete) que emplearon para destruir desde lejos a ciudades europeas.


Con el fin de la segunda conflagración mundial, los estadounidenses se adueñaron de instrumentos y documentos en los laboratorios e industrias ocupadas a los fascistas y cobijaron en su territorio a expertos nazis, cuyo pasado ocultaron, para iniciar su programa espacial.


La Unión Soviética logró recuperar también a algunos especialistas germanos de nivel medio incorporándolos momentáneamente a la cosmonáutica, aunque esa corriente ya venía desarrollándose en el país desde años atrás.


A los pies de la estepa hambrienta


Medios de prensa rusos cuentan por estos días, que la decisión de construir un rampa de lanzamientos dirigidos de cohetes balísticos intercontinentales en medio de la nada en la estepa kazaja surgió pocos años después de terminar la II Guerra Mundial.


En 1955, llegaron los primeros camiones con soldados e instrumentos para abrir las zanjas de lo que después sería el cosmódromo más grande del mundo, el de Baikonur, aunque la localidad donde se edificó se llamaba Tyuratam.


Baikonur (tierra fértil en kazajo) era en realidad un poblado situado a unos 350 kilómetros al norte de donde se construyó la primera rampa, pero fue una maniobra de las fuerzas de seguridad soviética para despistar a Estados Unidos, al menos al principio.


El complejo secreto devino con el tiempo en una enorme ciudadela con mil 470 kilómetros de vías férreas, mil 281 de carreteras, 610 de comunicaciones, mil 240 de cañerías, 360 de oleoductos, 92 sitios de comunicación y 60 estaciones transformadoras.


Además, la instalación (que al desaparecer la Unión Soviética quedó en territorio kazajo y fue cedida en arriendo a Rusia hasta el año 2050 por un acuerdo firmado en 2004), cuenta, además con 11 hangares para construcción y ensamblaje de piezas.


Baikonur, construido a los pies de la colina de Battak-Dala (estepa hambrienta), consume hoy 600 millones de kilovatios/hora e incluye cinco centros de control de vuelos y una planta propia de producción de oxígeno y nitrógeno.


En el complejo, del cual forma parte la ciudad de Leninsk (con unos 100 mil habitantes), trabajan más de una decena de plataformas de despegue divididas en al menos tres bloques: flanco izquierdo, derecho y el de centro.


Los portadores R-7 (uno de los primeros cohetes empleados por los soviéticos), los Energia, Proton, Zenit y Tsiklon, entre otros, cuentan con sus rampas de lanzamiento específicas.


Asimismo, Baikonur abarca dos aeropuertos, complejos hoteleros, una ciudadela para cosmonautas y otras instalaciones que sumadas sobrepasan el centenar.


ÂíAdelante!


La frase rusa más conocida de Yuri Gagarin fue ÂíAdelante!, pronunciada al arrancar los seis motores del cohete que llevaría a su nave Vostok-1 al cosmos y plasmaría por siempre su nombre en la era del hombre en el espacio.


Gagarin nació el 9 de marzo de 1934 en el seno de una familia campesina de la aldea de Klushino, en la provincia de Smolensk.


Los tiempos soviéticos le permitieron ingresar a la Escuela de Aviación Militar Shkalov para luego presentarse a un concurso de cosmonautas.


El chico de la sonrisa permanente salió seleccionado entre 20 candidatos, después que la Unión Soviética probó con otros expertos la ingravidez, la acción de la presión atmosférica sobre el hombre y las escafandras, en un ejército de héroes anónimos de la cosmonáutica.


Su doble, German Titov, que también vistió la escafandra aquel glorioso 12 de abril de 1961, relataría después: "Divisé un resplandor plateado del cohete de seis motores con una potencia total de 20 millones de caballos de fuerza, parecía un faro gigante".


"Toda mi vida me parece ahora un maravilloso instante. Todo lo vivido y hecho antes, se vivió y se hizo en aras de este momento", confesó Gagarin minutos antes de subir al elevador que lo llevaría a la entrada de la Vostok-1 para partir a las 21:07 (hora local).


El vuelo de la referida nave duró 108 minutos, durante los cuales recorrió una distancia de 40 mil 868,6 kilómetros a una velocidad de 28 mil 260 kilómetros por hora, a una altura de 327 kilómetros.


A diferencia de nuestros tiempos, Gagarin regresó a la Tierra en un módulo especial del cual se catapultó poco antes de tocar tierra, para llegar en paracaídas a las 10:55 (hora local) a una localidad cerca de la ciudad de Saratov, en la región de Volga.


Su llegada inesperada, ataviado en su escafandra naranja y casco blanco, asustó a la anciana Anna Tajtarova, quien junto a su nieta Rita fueron los primeros terrícolas en ver a Gagarin a su regreso.


Por cierto, detalles revelados tras la reciente desclasificación de archivos del Estado, contenidos en el libro "El primer vuelo pilotado", escrito por el ex cosmonauta Yuri Baturin, revelan algunos tropiezos de la hazaña soviética, más allá del riesgo general de la misión.


En su momento, el propio Gagarin escribió una carta que debía ser abierta en caso de su muerte, en la cual reconoce la posibilidad de un fallo, aunque se muestra confiando en la técnica.


Según el referido libro, poco antes del vuelo, los especialistas detectaron un desperfecto en una escotilla y debieron desactivar sus 32 tornillos y reparar un sensor de hermeticidad.


Además, los científicos calcularon que el peso de Gagarin, su escafandra y el sillón sobrepasaban en 13,6 kilogramos el límite permitido para el lanzamiento, por lo que buscaron aligerar la nave con la eliminación de aparatos dentro de la misma.


En la premura, al desmontar sensores de temperatura y presión, los especialistas causaron un cortocircuito, cuyas consecuencias debieron arreglar durante toda una noche.


Según una grabación del informe de Gagarin ante una comisión estatal, el sistema de separación del bloque de descenso para poder catapultarse estuvo trabado por 10 minutos, pero de todas formas pudo saltar a tiempo.


Finalmente, el módulo, el sillón y Gagarin cayeron en diferentes paracaídas, como estaba planificado.


Pero la grandeza de la hazaña del cosmonauta soviético deja pequeño a cualquier percance de la época.


Lo primero que salta a la vista es su importancia como avance para superar la limitación psicológica de que un hombre puede volar al Cosmos.


El vuelo demostró que el humano es capaz de soportar los elementos adversos del espacio y conservar su estado psicológico sin mayores consecuencias.


Por ejemplo, pudo adaptarse a la ingravidez, aunque debido a ese fenómeno Gagarin perdió el lápiz de apuntes de la bitácora durante el vuelo.


Ahora en el espacio se encuentra la nave Soyuz TMA-21, bautizada con el nombre de Gagarin, la cual fue lanzada días antes de cumplirse el aniversario 50 del primer vuelo tripulado.


Los rusos ofrecieron conciertos alegóricos a la fecha, inauguraron exposiciones en el Planetario moscovita y Moscú sirvió de sede de la reunión de 40 jefes de agencias espaciales extranjeras.


La sencillez, la juventud y la sonrisa de Gagarin aparecen ahora como recordatorio de que él viajó al espacio para también llevar allí las bondades de la paz y los elementos más nobles del ser humano.

sábado, 9 de abril de 2011

Hace cincuenta años y, un Aznar rebuznando hoy.



Hace 50 años exactamente el imperialismo yanqui, personalizado en el entonces presidente Jhon F. Kennedy, sufría su primera y más vergonzosa derrota militar y política en América Latina. En efecto el glorioso Ejército Rebelde y las recién nacidas Milicias Populares pulverizaron en sólo 72 horas, es decir, tres días, a la Brigada 2506 reclutada por la CIA, compuesta en su mayoría por mercenarios cubanos donde se mezclaba la hez de la Cuba derrotada aquel épico 1° de enero de 1959.

La escogencia de los reclutados no pudo ser peor y más lamentable, pero ¿tenían más opción si de Cuba se fue lo más podrido de la sociedad?

De los 1500 integrantes de la Brigada había propietarios siquitrillados que emigraron a los Estados Unidos y que rechazaron la indemnización que les ofreció el gobierno revolucionario; ex latifundistas, ex militares del derrocado Ejército de Batista, muchos asesinos que huyeron del castigo judicial, ex policías torturadores, altos empleados públicos, desclasados o lumpens. Toda una fauna mercenaria que vendió su alma al diablo por el sueño cocainómano de recuperar el poder perdido.

Lamentablemente el presidente Kennedy heredó aquella brutal y bárbara agresión ordenada por el ex presidente Dwight Eisenhower, los halcones de la política yanqui no le permitieron evitar aquella derrota anunciada que él había entrevisto. Pero no sólo fue derrotada una Brigada de mercenarios, fue el golpe más sensible que recibiera la CIA en toda su vida, donde quedó demolida la inutilidad de los servicios de inteligencia norteamericanos. Allí aprendieron los gobernantes y el Estado norteamericano a respetar seriamente a los revolucionarios cubanos. Vendría después el tremendo reto de Fidel y la dirección revolucionaria cubana a los Estados Unidos con los misiles atómicos que apostó la URSS en Cuba apuntando hacia el Norte. De allí salió la garantía de que la nación imperial no invadiría ni atacaría a Cuba. No invadieron, pero si agredieron y agreden de múltiples formas, desde actos de sabotaje, desembarco de terroristas, lluvia de bacterias y enfermedades como la retinosis pigmentaria, la fiebre porcina, el dengue hemorrágico, la roya y muchas más; conspiración con grupúsculos antipatrióticos. Vendría después la tremenda derrota del ejército sudafricano en Angola por parte del Ejército Rebelde, es decir, los revolucionarios cubanos (todo el pueblo en armas) son gente para respetar… y temer.

Ahora, a punto de cumplirselos 50 años de aquel 19 de abril donde concluyó la guerra que arteramente lanzó contra Cuba el imperio, uno de los más aborrecibles seres que pueblan este universo, el fascista Aznar, responsable del asesinato de miles de iraquíes por las tropas españolas que participaron en la invasión, lanzó, en el marco de la agresión norteamericano/francesa/inglesa/española, el histérico grito de que se debía bombardear a Cuba igual que lo hacen los Estados Unidos y la OTAN.

Ese llamado, que se inscribe en la oleada guerrerista lanzada por los Estados Unidos contra los países árabes, y concretada en primer lugar contra Libia, ¿por qué traerlo a nuestra América y amenazar a Cuba de ser bombardeada de manera inmisericorde como le está ocurriendo a Libia?

Por supuesto, que de triunfar la agresión contra Libia, derrocar al coronel Gaddafi, dividir el país y sustraerle sus riqueza energéticas y acuíferas, el próximo objetivo es América, Venezuela y Cuba, en primer término. Venezuela no sólo por sus inmensas y cuantiosas riquezas minerales y de todo género, desesperadamente apetecidas por un imperialismo en graves crisis económica y energética, sino por la revolución bolivariana y socialista, el líder de ese proceso, comandante Hugo Chávez. Y Cuba, por lo que ha significado y significa en dignidad, decoro, valentía.

Es evidente que el crápula del Aznoar no dijo lo que dijo a título personal o porque de repente se le ocurrió decirlo ante las cámaras de tv y ante la prensa europea. Esa llamado criminal a que Obama, sediento como está de sangre como lo está demostrando en Libia, determine una agresión de bombardear a Cuba para “proteger” a los cubanos de la tiranía de los hermanos Castro, no es casual, eso está incluso conversado con los grupos terroristas cubano/mayameros, con la CIA, con la señora Clinton y Obama mismo. ¿De qué sorprenderse si la OTAN tiene en sus planes invadir y agredir a Venezuela y eso forma parte de sus juegos de guerra desde hace tiempo?

En 52 años de revolución cubana ni un solo año de esa media centuria han cesado las agresiones contra la Isla de la Dignidad. El mismo Aznar cuando fue presidente de España endureció a extremos impensables las políticas de agresión contra Cuba, y esas políticas de conspiración y subversión no variaron durante todo su asqueroso gobierno. Ahora, mientras más se agudiza la crisis económica y social en España y en el resto de Europa, más hacia la derecha gira este tipejo, si ello es posible. En su calenturienta mente etílica y algo más, se mira como un general dirigiendo huestes cruzados combatiendo el comunismo, el islam, el chavismo, y lanza esa amenazas para ver quién es el osado que recoge su mensaje guerrerista.

Pero el señorito, al igual que le pasó a los palurdos y torpes agentes de la CIA que no fueron capaces de medio analizar objetivamente cuál era la situación política y social de la Cuba revolucionaria de 1959, 1960 y principios de 1961 que se lanzaron por aquel despeñadero que significó la invasión de Playa Girón, no conoce ni la realidad cubana, ni la venezolana, ni la boliviana, ni la ecuatoriana, ni la nicaragüense. Es verdad que ya no está la URSS que defendía a las naciones del tercer mundo, pero la situación de hoy no es la de la década del 60, Libia lo está demostrando, lo de la OTAN y los yanquis no ha sido precisamente un paseo militar, los fulanos “rebeldes”, vulgares mercenarios que claman porque les hagan el trabajo sucio porque ellos no tienen capacidad para derrocar por ellos mismos a Gaddafi. ¿Cómo será la resistencia en Cuba si los yanquis los atacan? Eso está previsto hace 50 años. Ni lanzándoles una bomba atómica los van a controlar ni a derrocar la Revolución Cubana.

¿Y Venezuela? Bueno, atrévanse para que muerdan el polvo de la derrota, para que vean peleando a los hijos de Bolívar.

Aznar anda provocando, él lo sabe, pero no crea que es inmune, inderrotable, políticamente es un hombre débil y tiene muchos puntos vulnerables por donde devolverle las agresiones que le hace a los pueblos que luchan, como el cubano o el venezolano. Él es un fascista de nuevo cuño, representa lo peor de la oligarburguesía española, la más rancia derecha franquista, capaz de cualquier mentira o maldad. Pero si le parece y planifican una agresión contra Cuba o Venezuela sería bueno que sin un trago encima o una dosis de algún sicotrópico, venga al frente de las huestes mercenarias para darle su Girón y derrotarlo antes de atacar o desembarcar.

miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Cuanto les costara a los partidos anunciarse?.



Al fin hubo fiesta para la opinocracia mediática interesada en participar del poder. Las fuerzas vivas, que se concentran en una sola persona, "destaparon" al candidato al gobierno del Edomex: un hombre que viene desde abajo, el señor Eruviel Ávila Villegas. La euforia, preñada de alabanzas, apunta, sin análisis o pudores, hacia el conocido y hasta familiar "dedo elector" El alboroto durará varios días hasta que queden asentadas, como verdades inmutables, algunas versiones públicas del oficialismo mexiquense. Mientras la búsqueda de arcanos, méritos adicionales y significados por tan profundo hecho político se establece en el imaginario colectivo, bien se puede atender a la bifurcación que tomará el fenómeno. Una atenderá, con el cuidado de siempre, al señor Peña Nieto, la reveladora figura que yace en la mera base del triunfalismo que todo lo invade. Después las baterías se enfocarán en el nuevo y arrollador liderazgo que llevará a las huestes de simpatizantes del priísmo a la asegurada victoria. Todo, según apuntarán los guionistas y sus cajas de resonancia alquiladas, estaba previsto desde el inicio. Un incandescente y transparente proceso selectivo para la continuidad gritarán a coro tendido.

No hubo dudas, nadie quedó herido en el camino, la voluntad popular se impuso sobre pruritos y ambiciones personales. Cierto, fue un acto penoso dirán compungidos, duro en su tratamiento pero discreto, toda una puesta en escena sin traspié alguno. Pocas referencias al hecho de que los bastidores sustituyeron a la apertura y el debate. Se dice, y seguirá afirmando con el desparpajo de siempre, que el conductor designado supo tejer fino. Sin duda actuó pensando en la gran misión que le aguarda más allá de las urnas locales. Peña Nieto antepuso sus intereses de clan, de grupo encaramado en el poder, de familia y hasta pasó sobre el atractivo de los negocios al amparo del poder. Su egregia mirada estuvo puesta en la entrevista, cercana misión superior que le aguarda un poco más allá de esta etapa local. Un heroísmo sin comparación que valga, sólo aplicable a quien atisba hacia el destino que los masivos intereses de la plutocracia y la televisión (junto con apoyadores laterales y derivados) le tienen deparado desde hace más o menos cinco gloriosos años de entrenamiento.

El PRI del Edomex se inauguró con un discurso vetusto, antidemocrático, triunfalista pero, sobre todo, clasista. Los orígenes humildes del abanderado salieron a relucir sin temor alguno a las comparaciones con los del gran dedo elector. Este sí es de una clase distinta, coronada por el perfumado y acicalado toque metrosexual. Dos perfiles de la misma estirpe no podían caber y el joven Del Mazo quedó al margen aunque llevaba la delantera en simpatías y conocimiento público. También campeó el orgullo civilizatorio que da la presunción de unidad: cínico eufemismo del autoritarismo vertical enquistado en la detraseidad del priísmo. Otra vertiente del discurso priísta, por si no fuera suficiente lo dicho, se ha apoderado, con la ayuda de sus generosos altoparlantes, del conocimiento pormenorizado, experimental, de la "problemática local". Don Eruviel ha competido, sin la menor duda, con las mejores armas. Ha ganado en lides múltiples, desventuradas unas, gloriosas todas las demás. En sus variadas campañas electorales ha recorrido, alega, su estado del que es ciudadano por nacimiento. Con eso intenta deslindarse de cualquier otro avecindado, tal y como lo es la inmensa mayoría de los habitantes de ese extenso, empobrecido y expoliado estado de la República.

El discurso del abanderado mexiquense no dio para más, al menos por ahora. Se les agotaron pronto los fusibles de ideas con que adornar estos momentos de sonoro destape unitario. Vendrán, se espera, los intentos por profundizar en la oferta política. Y entonces se podrá penetrar, con mejor información y criterio, en los reales alcances de un priísmo que se vanagloria de ser la clase mejor formada y hecha del país. Por ahora ha ido quedando en evidencia la escasa solvencia e imaginación de sus dirigentes. La presentación ha sido simplona, poco destilada, retórica –en el sentido rollero de la palabra– y reveladora de las intrínsecas limitantes conceptuales del abanderado y de aquellos que "declinaron" en su favor.

Pero el griterío mediático continúa bordando sobre un ritornelo generalizado y, en su final, falso. El PRI en el Edomex, afirman con desparpajo los difusores de consigna, es imbatible en las urnas. Sólo una coalición de opositores (PAN, PRD) puede hacerle frente. Suman, sin más, a los votantes pasados de ambos conjuntos. Todo aquel o aquellos que se opongan a tan egregia cruzada para extirpar el cáncer priísta enraizado en el poder estatal es un retrógrado, un necio que sólo estorba los designios superiores de estrategas consagrados. En realidad, tal alianza propone juntar dos burocracias: una panista y la otra chuchesca perrediana. No son categorías distintas, son versiones cercanas, maniobreras, desfondadas de apoyo popular. La alianza de tales opuestos en el Edomex nunca se ha dado y tampoco es necesaria. La evidencia dura corre por otro carril del sentimiento y las simpatías de los electores del estado. Quienes han derrotado al priísmo local han sido la izquierda, en dos ocasiones (1988 y 2006), y el panismo en la restante (2000). Ninguna de las dos fuerzas requirió del apoyo de la otra. De hecho, el récord de votos lo tiene Andrés Manuel López Obrador, ese político al que descartan con simpleza y mucha ira interna algunos vociferantes de los medios electrónicos y las columnas periodísticas diarias.

Las izquierdas de base han ido cerrando filas. Sus agrupaciones llevan parte de la ruta caminada y el discurso que han ido lanzando al paso de los días es articulado y horada las conciencias. El candidato propuesto, Alejandro Encinas, es un militante formado en innumerables lides, limpio y con un amplio horizonte local y nacional. Mejor propuesta no la tiene ninguna otra agrupación. Ya se verá si los compromisos adquiridos a trasmano por los chuchos con el señor Calderón les impide apreciar esta oportunidad. A pesar de esto, los demás están dispuestos a unirse para dar una pelea con la mira puesta en el triunfo.









viernes, 25 de marzo de 2011

El hombre tren.



A POCO DE AVANZAR por las páginas del libro de Ben Ratliff sobre John Coltrane irrumpen las dificultades de poner en palabras el abstracto lenguaje de la música. No son pocas.

Los sustantivos son semicorcheas, notas pedales, tritonos; los adjetivos, impresiones vaporosas; las descripciones, relatos de experiencias auditivas, con o sin registro en viejas cintas de grabación. Hay que sumar el desarrollo de un género por fuera de las convenciones de la música occidental, con exploraciones personales ensambladas a una voluntad colectiva, y añadirle el carácter impar de la improvisación libre. Pese a estos problemas, el crítico del New York Times, Ben Ratliff, quiere contar la historia de la evolución del sonido de John Coltrane. La ambición parece riesgosa, sus logros son parciales y aún así, al cabo de desarmar y analizar todo lo que Coltrane reunió en el saxofón a lo largo de medio centenar de discos, consigue transmitir la importancia de su aventura para una porción de la humanidad que vivió en el jazz la épica de una conquista.

LA BREVE HISTORIA. Hijo de un sastre y una empleada doméstica, John Coltrane nació el 23 de setiembre de 1926 en Hamlet, Carolina del Norte, y murió de un cáncer al hígado a los cuarenta años, el 17 de julio de 1967. Su primer registro sonoro es una grabación clandestina de 1946, cuando tocó el saxo alto con una banda de la marina como artista invitado (los oficiales no permitían a los Melody Master tocar con músicos negros). Él era marinero de segunda clase, tocaba el saxo desde los catorce años, había estudiado música en una escuela de Filadelfia y el año anterior había quedado perplejo frente a una actuación de Charlie Parker y Dizzy Gillespie. La marca fundacional fue el solo de Parker: la idea de que un saxofonista podía improvisar sobre una base rítmica y explorar todas las ideas que quisiera.

A partir de entonces Coltrane comenzó a correr, como un tren, como Forrest Gump, primero integrado a distintas bandas, luego con su propio cuarteto, que se haría célebre, y finalmente con distintas formaciones que lo llevarían al discutido free jazz. Fue decisiva su integración a la banda de Gillespie, al quinteto de Miles Davis en su mejor momento, su trabajo con Thelonious Monk, pero por sobre todas las cosas, su concentración en el dominio del instrumento y en el vasto dominio de la música.

Comenzó a llamar la atención durante las giras con Miles Davis en 1955. Tenía un sonido seco, apremiante, de una amplitud, una velocidad y una energía abrumadoras. En las baladas y tiempos lentos, podía ser lírico con un volumen viril, capaz de comprimir estructuras complejas y avanzar por ellas hacia armonías nuevas. Pero lo que Ratliff registra de modo muy convincente, es que no sólo se trataba de un virtuoso talento. Era una estación en el camino de una búsqueda concentrada en las posibilidades del jazz. Nunca dejó de ejercitar y de estudiar. A fines de los cincuenta absorbía la música de Ravel, Stravinsky, Debussy, Hindemith. Después de ejecutar un solo durante media hora, era capaz de bajar del escenario mientras la banda continuaba el tema, encerrarse en el camarín y continuar tocando.

Obtuvo sus primeros éxitos con los discos Blue Train (1958) y Giant Steps (1959), pero el público y la crítica comenzaron a adorarlo cuando compuso su versión de My Favorite Things (1960), una de las canciones más populares de la película La novicia rebelde. El disco trazó un puente insólito desde el sentimentalismo del musical a las vigorosas escalas de su saxo alto y el contundente sonido de su cuarteto, con McCoy Tyner al piano, el bajista Steve Davis, y Elvin Jones en la batería.

Su figura en la escena del jazz era sólida como una roca, pero Coltrane no sabía detenerse. Continuó su propio camino cuando el rock and roll comenzó a desplazar los públicos y a reorientar el negocio de las compañías discográficas, provocando la desesperación de muchos músicos de jazz. Ajeno a cualquier estrategia, Coltrane exploró la música modal, sonidos africanos y orientales, y entregó una suite de sugerencias místicas que consagró su propio culto, A Love Supreme (1964).

Entonces ya había perdido gran parte de su público y una polémica estaba instalada. Había dejado atrás el swing, el bop, el funk, nadie sabía adónde se dirigía con sonidos cada vez más raros y estridentes, no sólo alejados de la intención de agradar, sino también absolutamente desinteresados de otra cosa que no fuera el horizonte del sonido, mientras el free jazz abandonaba los viejos modelos en lo que parecía una dispersión terminal. ¿Pero adónde iba el genio? Unos decían que buscaba la santidad, que su música abría nuevos estados de la conciencia, otros cargaban su música de contenidos que reivindicaban las luchas civiles contra el racismo, la pureza de la negritud, el rechazo a los consumos comerciales.

Coltrane vivía con su segunda mujer en Long Island, vestía el traje sobrio de siempre, con los pantalones antiguos y demasiado altos, el cabello afro rapado a los lados, y se mantenía ajeno a cualquier moda o disfraz, pero ahora recitaba algunos poemas en el escenario, o fragmentos del Bhagavad Gita, y se golpeaba el pecho, como los fieles en las iglesias. De todo lo que le endilgaron, frente a las alabanzas y a las acusaciones, teorías y argumentos, nunca dijo nada memorable. Es relevante, sin embargo, lo que le confesó a Rashied Ali poco antes de morir: "no puedo encontrar nada nuevo que tocar con el saxo".

Desde 1971 hay una iglesia en San Francisco, fundada por el obispo Franzo King, que lleva su nombre: Church of St. John Coltrane. Hornean pan con su imagen y durante los servicios, King toca temas de Coltrane en su saxofón.

En las universidades, desde hace varias generaciones, los nuevos jazzistas se forman con las transcripciones de los solos de Coltrane y son muchas las bandas de rock que reconocen su poderosa influencia. Lo paradójico es que Coltrane nunca se propuso liderar nada, estaba demasiado ocupado en cómo tocar tres acordes en uno, en la manera de resolver la música como Einstein la física (le confesó esa preocupación a Charles Mingus), y en definitiva, tal vez sólo quería vencer una dificultad. Una vez le dijo a Miles Davis que no se le ocurría qué hacer para interrumpir un solo. Davis le contestó: ¿Y por qué no pruebas sacarte el saxo de la boca?

UN GÉNERO ABIERTO. El libro de Ben Ratliff es complejo y en varias ocasiones pueden fatigar las referencias teóricas, especialmente para el lector no iniciado en las categorías musicales. Pero tiene la virtud de retratar junto a la evolución de Coltrane los cambios en la escena del jazz de las últimas décadas, de mantener una sobria distancia con las muchas locuras y prejuicios tejidos en torno a su trayectoria, y de analizar de un modo meticuloso los pasos seguidos por su música.

Aunque no lo dice explícitamente, su libro es un buen registro de la curiosa proyección del jazz a una experiencia de la libertad y el encierro de los sonidos. Un género abierto, con su legendario impulso, sus héroes y sus tortuosas derrotas.

COLTRANE. HISTORIA DE UN SONIDO, de Ben Ratliff, Global Rhythm Press, 2010. Barcelona, 303 págs. Distribuye Océano.

sábado, 19 de marzo de 2011

Por detras de mi voz, escucha, otra voz canta.








ARTISTAS DEL IMPERIO



¿Oriente Medio, o la voz del sionismo sobre él?

Noa visionó UN NUEVO AMANECER. Un amanecer “a corto plazo” para Oriente Medio; así lo vio y aseguró este último verano. -¿Astucia para invernar de por vida sobre tablas? La cantante israelí Noa, coronó cima en optimismo apenitas unos meses antes de la ola revolucionaria pro-revolución en varios países árabes.
A unos meses de aquellas declaraciones, cientos de muertos 'por disentir del sistema democrático' contra la dictadura egipcia en el poder... Más de 200 policías bahreiníes armados con porras impiden que miles de manifestantes antigubernamentales, lleguen al Palacio Real. La coalición de pequeños partidos chiíes, que organizó la marcha hacia el Palacio, aboga por el derrocamiento de la monarquía y el establecimiento de una república... En Túnez, volvió a manifestarse la represión, las calles estuvieron en llamas con la intervención del ejercito. Comenzó con una falsa oferta de empleo (el estado había prometido mil puestos de trabajo). Al menos dos personas murieron (una mujer, por disparos efectuados desde un helicóptero del Ejército y un hombre, a consecuencia de un tiro a corta distancia realizado con una escopeta de caza) y decenas más se encuentran hospitalizadas desde que comenzaron los disturbios. La mano de antiguos miembros de Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), partido del dictador Zine El Abidine Ben Ali, quien abandonó el poder y huyó del país presionado por su pueblo hace apenas dos meses, tras cientos de muertos y heridos a sus espaldas,tratan de aprovechar las desigualdades sociales aún no superadas en este proceso “de paz”, para reventar la lucha pro-revolucionaria en el país. La represión de los partidarios del antiguo dictador, no cesa de crear bajas en los sectores en lucha contra la corrupción; resistiéndose con todo a su alcance, contra el proceso revolucionario, que apenas ha dado sus primeros coletazos corriéndolos a balazos. La lucha continúa, la revolución está pendiente... Yemen, en estado de emergencia, centenares de heridos, decenas de muertos... En Libia, "Zapatero (como Aznar en Iraq) muestra una vez más, su liderazgo furercito" Tío Sam a través del emperador Obama`el que nunca pierde la legitimidad de su pueblo, declara estar encantado de sus “perritos” europeos; opina de ellos y del poder corrupto del “español”, ser una pieza clave para la seguridad común entre mercenarios del mundo expansionista. La “España” absolutista, ha ofrecido sus bases militares a Washington, para la ocupación militar de Libia, ha confirmado que se une al grupo de países que participarán en la ofensiva militar por la toma del petróleo y el gas.

La nominada como “cantante de la paz” [por expertos medios, asesores de la tauromaquia política internacional]lanzó al aire algunos sentimientos de su foro interno, intentando salir airosa en su mensaje visionario:
Dio un "gracias a dios”, por tener la música, ya que, “la gente necesita creer en algo en estos momentos” (referencia a la crisis económica y conflictos; no vaya a ser que piensen en rebelión, se altere el mundo y, 'a los que vivimos de la paz', nos hagan pedacitos el podium divino!)... una de las peores crisis: “la victoria del yo frente al nosotros” (o sea, que el sionismo según Noa, tiene que estar muerto y enterrado ¡¡ya!!, Noa lo sabe, porque así quiere saberlo)... “Mi origen me ha situado en medio de dos mundos” (y, a quién no!) -¿Se sentirá de la clase de los 'imprescindibles' como paje portadora del ocupante en Palestina? Por todo y más, no he podido olvidar las declaraciones de la decana 'cantante de la paz'.

El colofón de su gira de verano se fue desarrollando andandito, cauteloso, pero de esa manera. La dosis ingerida, fue transmitida por el sur peninsular, con alusión fluorescente o­ndeando estrellitas.
Algunos medios lo asumieron borregonamente encandilados, sin omitir pregunta objeción ni interrogante; entregándose a ella más como vulgar tinto de verano que como reserva. Ninguna de sus declaraciones, respuestas obligó a la reflexión, a la humildad, sentimiento, cordura, para corroborar tamaña dosis expansiva de expresión dada 'la sensible' crudeza y, delicado tema... Si, así es... algunos ninguneados, nos seguimos preguntando aún:
-¿Tan gandulas o incrédulas son nuestras conciencias para no celebrar a todo trapo festivo en derroche entusiasta, el visionado “NUEVO AMANECER” a corto plazo para Oriente medio? Por qué no lanzar por los aires nuestros puños de Domingo rojo combativos, partidarios de la vida por el amor siempre con sus atronadores cantos, danzas, marchas, estandartes, desfiles humanos que hagan temblar al planeta de alegría y esperanza ante bienvenido acontecimiento. A qué estamos esperando!!!

De esta cantante se a hablado y escrito de todo. De su lado erótico (alas emblemáticas fronterizas), de sus velos más ocultos y, su halo más fervoroso -paralelo a éste marketing a lo Saquira; Noa asegura afirmando, ante los afanados expertos del despertar humano de la menda embutida de 'grasia', gracias al fructuoso viento en playas gaditanas:
“que cantar es una forma pura de comunicación, inspiración, para unir distancias entre nosotros: libertad, puente, medicina para el alma”. También aseguró, que la mezcla de idiomas la ayudan a “romper muros” y, a derretir al calor gaditano sobre sus estereotipos y perjuicios no aconsejables… ¡reflejo de su identidad que en sí misma es un mosaico de culturas! (agüitaaa... ozuuú, angelito!!!).
Por 'telepatía' el galardonado Nobel de Literatura (premiada su propia destrucción y falta de creatividad desde hace años, sus corrientes oscuras ideologías y , su sofocante pedantería en el altar de los poderosos) Mario V. Llosa y Noa, invierten, acomodando los aspectos culturales, coincidiendo. Vargas Llosa, cree que la literatura es una expresión maravillosa “de la libertad humana que ayuda a vivir...” ¡Ohhh, que pena!, pero... 'cómo no fueron capaces' ¡cómo NO lo entendieron así! Miguel Hernández, F. G. Lorca, el propio A. Machado dejándose morir de pena y de asco en el exilio...
¡¡Por eso es que Marito (Don V. Llosa quiero decir) es que 'entiende' la lucha del pueblo iraqí contra la dominación del imperialismo yanqui!!

El mosaico de culturas, afirmó este pasado verano en Cádiz, mantenerse en la brecha (del sionismo claro!) y, todo gracias a sus dotes de optimismo y aventura, (que valentía!), de ahí su originalidad “ya que no se fotocopia nunca a sí misma”, gracias a esa porción original pisa morena pisa con garbo, 'pero pisa la casa la tierra los alimentos los sentimientos de los dueños de los sueños de su patria!!'.
Los momentos que más recuerda con cariño de su carrera el mosaico de culturas son: Cantar para Bill Clinton en la Casa Blanca y al Papa, entre otros similares relicarios. dijo de Barak Obama, “Ser un gran hombre” y, que su mensaje al mundo musulmán “fue profundo, valiente” por impotente -digo, importante... Que Obama debería de enviar un mensaje similar “al mundo judío” y, que sólo puede esperar de él, que no abandone (que... que... que... -suena una canción de fondo, a distancia, los coros del barrio sionista de... que... blanca y radiante va la noooviiiaaaá!!!) hasta que se haya logrado la paz entre estas dos
“entidades” (musulmanes y judíos sionistas/ “israelís” y palestinos) que... que... ya entonces Obama, “es cuando hará honor al premio Nobel” (el que el mandatario estadounidense, recibió de la mano de las palomas mensajeras de la Roma Berlusconi). Noa, aseguró, en ese mantenimiento en la brecha de visión visionaria, estar convencida y, como militante entusiasta del sionismo, sigue exponiendo como sacerdotisa a sus creyentes:
“Podemos cambiar nuestra realidad aquí en Oriente Medio, estamos muy cerca de lograrlo debido a cómo se están sucediendo los 'terribles' acontecimientos en estos momentos” Y, ya... Bajo el éxtasis (de guitarra y calidez gaditana), recita palabras con más embrujo que las obras maestras del músico granadino, creador y maravilloso maestro, Manuel de Falla:
“Podemos utilizar la alegoría del nacimiento de un niño, el momento en que el bebé sale ¡es el peor de todos!, el más doloroso y atemorizado...
Pero desde el momento más oscuro, desde el miedo más grande, surge el milagro, ¡vida nueva!, es lo mismo con el proceso de paz!!!, cuanto más cerca estamos del momento del nacimiento, nuestra realidad se convierte en 'más dolorosa y horrible', quizá, porque los extremistas de ambas partes (?) saben lo inevitable”.
“La original”, la que nunca se copia a ella misma, me ha recordado a otros sionistas (¡¡la han cogido con “la tierna metáfora” dichosa!!) -la del nacimiento del niño digo, mismas palabras, mismo mensaje en sus ratos de “ocio” a la prensa Simón Peres, esos días de su 'visita' (para conmemorar el 25 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre sionismo israelí y la España borbónica) mismo ejemplo... ¡Qué sensibles están los sionistas “originales”, rejodido Simón!, el de:
“Es difícil ser dictador en un mundo transparente”
(ja.ja,ja paranoia Bushsiana...) Pero la filosofía de Noa, no tiene parangón, ella a su mandado!, erre que erre:
“La solución de los dos estados” prevalecerá destruyendo sus esperanzas de conquista (-se refiere a la de ella, la sionista) y de victoria (-contra historia y lucha Palestina?)... “El fervor religioso y la verdad absoluta, deberán sucumbir ante una perspectiva humanística mucho más inclusiva” (?) La realización de esta perspectiva ”les enfurece y les hace patalear y gritar azotando violenta y desesperadamente (?), ¡pero esto no les hará ningún bien!, “su fin está próximo...” (-se refiere al de la ocupación sionista) Y, “un nuevo amanecer” surgirá en Oriente Medio en sensatez, democracia y humanidad -¿sobre y contra el estado palestino y todos los miles de muertos que ha desencadenado la ocupación forzada?Noa, se encarama al podium 'del negocio divino' transmitiéndonos su diosa revelación, ha creado un plan de paz:
“Reconocer los derechos de`la otra parte a la vida (-qué parte, Noa?), a la libertad, a la independencia (-Va a ser que, el aire gaditano, la ha curtido en humildad y, sufra por Palestina, Yemen, Libano, Libia, Túnez, Egipto, Iraq, Afganistán, Haití...) a la identidad, el derecho derecho derecho, a una existencia pacífica” (-pero Noa!!!) -traficando, robando, dividiendo, marginando, bombardeando... Este primer paso debe de estar 'por escrito' (?), lo segundo, es pedir perdón (?) 'ya que una muerte es paralela a la muerte de toda la humanidad, debería haber un profundo remordimiento por esas acciones...' (cooo-j-ones Noa!) -no sigas destapándote el pecho que nos vas a llegar al ¡corasón!, muchaaacha, para invernar en tablas, no hace falta rasgarse tanta vestidura!!!.

*Para Imán, niña palestina víctima de guerra.
Tiene cuatro meses
y está desnuda, dormida
sobre una mesa fría,
con la paz de Dios
en los ojos cerrados que miran
hacia donde mañana
todos nosotros, desnudos,
con los ojos cerrados o muy abiertos
en guerra y en paz, miraremos también.
Es la más joven entre tantos, banquete de quién en esas mesas frías.
Es la más joven; se llama Imán.
Quiero abrazarme a la naturaleza
a los ríos
y al espíritu
que mide la bondad.
Quiero ropas perfumadas
vestidos azules
zapatos blandos, camperas de pluma
pañales también y leche de madre.
Quiero una vida para Imán en su tierra de arena y soles.
Pero quiero, sobre todo, que el fotógrafo borre ese truco barato
ese ojo rojo por encima de su ombligo.
Quiero que no sea tarde para Imán que se ha dormido tan temprano.
Quiero, fotógrafo, que reveles las fotos de Imán
cuando despierte
quiero jardines y patios para Imán,
que cambien las estaciones para Imán,
un perro, viajes, plantas y canciones
escuelas y cuentos para Imán,
mil y un millón de noches para Imán.
Quiero, fotógrafo, que vuelvas atrás el rollo,
el tiempo, la máquina, las ventanas astilladas,
los tanques envueltos en el polvo
y el polvo de los edificios demolidos, los hogares rotos;
el lamento de los muros.
El mundo funciona a su manera y hoy su manera
es una bala
por donde sangra el sentido del mundo.
En qué mesas frías se deciden las maneras; cómo matar.
Quiero, fotógrafo, que pidas perdón
no en mi nombre
sí en mi corazón más viejo esta mañana.
¿En que luz se esconderá Imán cuándo otros hayan crecido?
¿En cuál eternidad correrá sin que pueda ayudarla a crecer?
Quiero saber, fotógrafo; por qué la bombardearon.
Qué tierra santa puede ser más santa.
(Franco Vaccarini *Poeta argentino)

Hablamos de LIBERTAD
Un empeño colectivo por salvaguardar el amor y la amistad, la cultura propia de la rapiña imperial: Luchar, vivir luchar, no hay otra y, mucha mucha mucha revolución personal y social. Revolución de la mano de todos como pétalos en flor. Revolución con todo, por todos: danzando, cantando, riendo, abrazando, conversando, saboreando: Revolución, mucha revolución, un sentimiento, una conciencia: Alegría aplastante deseosa de tomar el recinto y cantar a coro con los protagonistas de la noche; corear sus canciones, consignas en amor hasta el amor siempre, por siempre por Palestina, Cuba, Nicaragua, Chile, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Argentina, Uruguay...
Y, los propios cantautores, como magos del contagio: embajadores de revolución, portadores de un mundo y sociedad preñados de estímulos. Amor lucha vida. Revolución...
A lo largo de la última mitad del siglo veinte y aún (resistimos algunos conatos), en plena decadencia del siglo veintiuno; flamantes como bandera, en los escenarios de espacios abarrotados. Todos somos iguales... -¿Somos todos iguales?
Noches de asma, la conciencia mueve montañas...
¡Viva El Che`Ernesto Guevara!: Hambre, sudor, muerte, sacrificios, torturas, cárcel, autodefensas jurídicas y “La historia me absolverá”...
El mundo, Mario -¿Se pondrá acaso, algún día, a favor de los pequeños?
Yo sé, que hay gente que sabe: “Que vale la canción buena tormenta y la compañía vale soledad, que... siempre vale la agonía de la prisa, aunque se llene de sillas la verdad” ¡Mourir pour la liberté...!


NOTA (1)
Declaraciones de Rhoda Hendesle Abecasis:
...Ese país llegó, el 15 de mayo de 1948, se creó el estado de Israel! "Recuerdo la votación en la O­NU, teníamos una pequeña radio y había muchísima gente en mi clase del colegio, yo estaba sentada en mi mesa. Al principio cada vez que un país decía YES gritábamos y vitoreábamos, pero a medida que seguía la votación se hizo un enorme silencio... Parecía que había más "yes" y que sí, que íbamos a tener un país..." Finalmente, años después, logro llegar a Israel:
"Ya desde el barco al ver el puerto de Haifa, no podía parar de llorar, sentí que aquel era nuestro hogar, el sitio del que no nos iban a echar, y así debe ser" "Era el momento en el que se hizo justicia al pueblo judío, era lo justo y sigue siéndolo"

NOTA (2)
El único nacionalismo autentico es el que busque liberarnos de la servidumbre real: ése es el nacionalismo de la clase obrera y demás sectores populares, y por eso la liberación de la Patria y la revolución social son una misma cosa, de la misma manera que semicolonia y oligarquía son también lo mismo. John William Cooke.


http://www.youtube.com/watch?v=cxjpiAHqY9U

viernes, 11 de marzo de 2011

El trilema de Don Felipe de Jesus.



Recuerdo que la primera vez que me enfrenté a un trilema, fue en prepa. A un grupo de amigos nos dio por cuestionarnos por medio de trilemas. Constantemente nos interrogábamos: ¿Qué libro prefieres: Los sufrimientos del joven Werther, El lobo estepario o Trópico de cáncer? ¿Qué disco comprarías: el Concierto Varsovia; el No. 1 para violín, de Mendelssohn, o el Canon, de Pachelbel? ¿Qué comerías: una fritada de cabrito, un puchero de res o un machado? Vives en una isla desierta: ¿A quién quieres de compañía: a Brigitte Bardot, Kim Novak o Gina Lollobrigida? No recuerdo las respuestas de entonces, pero estoy seguro de que todos los sobrevivientes de esa generación en 2011 cambiaríamos a esas tres maravillosas divas por la compañía de Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería moderna.

Porque conozco de trilemas, entiendo a don Felipe de Jesús: el que ahora enfrenta lo está haciendo pasar las de Caín (aunque más grave sería que pasara las de Abel, a quien el hermano, ése sí incómodo, le partió, como diríamos ahora, la primera madre de la humanidad).

Las dos cuestiones que pienso, hoy por hoy, más preocupan y angustian a don Felipe son: la salvación de su alma y el no regreso del PRI a Los Pinos (me abstengo de jerarquizar). Al primer asunto no le veo mayor problema, como no sea su muerte súbita, aunque con unos minutos disponibles para la confesión y un vasto patrimonio de indulgencias plenarias, conseguido durante años de vida recatada, su acceso al paraíso sería en fast track. El problema es el otro: ¿cómo impedir el regreso de las víboras negras, las tepocatas y otras alimañas al poder?

Ante la angustia y desazón que lo agobian, don Felipe de Jesús se ha planteado este trilema: A) Me la juego con mis amigos, aunque sean panistas sietemesinos. B) Lo hago con militantes, aunque no sean mis amigos, o C) Le abro las puertas de Palacio Nacional al mexicano providencial que haya sabido conquistar la voluntad ciudadana, sin importar que no sea de Acción Nacional, con tal de que no sea del PRI. Con un acto así, superaría con creces la máxima hazaña democrática de don Ernesto Zedillo, porque don Felipe de Jesús es de la más clara estirpe panista y, en cambio, del doctor, el padrón priísta no logra recordar su nombre.

Si don Felipe se decide por la primera opción, tendrá que incentivar aceleradamente el crecimiento de los candidatos, ahora nonatos, que yacen a su vera. Todos necesitan con urgencia un tratamiento intensivo a base de tiroxina, extractos tiroideos y la hormona del crecimiento que ha venido desarrollando la ingeniería genética. No soy médico, pero es de lo más avanzado que conozco contra el enanismo.

La segunda posibilidad significa ingerir una sopa del mismo chocolate que él, hace años, le sirvió a Vicente Fox: ceder el mando a alguien con quien sólo se comparten las creencias ultraterrenas, pero nada de las crudas realidades de este mundo: Hacerlo así, diríamos poéticamente, está canijo.

Don Santiago Creel es un exquisito fallido. Tan charro él, como aquel españolito, Demetrio González (son parecidísimos), que vestido de chinaco intentaba incrustar en los huapangos falsetes del cante jondo. Al senador Creel es de alabársele la capacidad de rencor que lo hizo tirarse a fondo en la reciente reforma electoral para vengar agravios. Sin embargo, para don Felipe no es de fiar porque, ya desde la más alta magistratura, podría convertir sus "sospechosismos" en denuncias penales.

A esta fecha, desconozco si Manuel Espino sigue siendo miembro del PAN con todos sus derechos. Pero imagino lo que sería para don Felipe de Jesús tenerlo como sucesor.

El señor Espino es una especie rarísima de panista: bronco, alebrestado, entrón. Que yo recuerde sólo tiene dos antecedentes: Clouthier, un norteño acaudalado a quien la negativa del PRI para hacerlo candidato a presidente municipal y una toma de conciencia bastante tardía lo convirtieron en un protestatario grandilocuente. Ahora, los berrinches clasistas de sus briosos herederos lo reivindican.

El otro es don Diego Fernández. ¡Lo que es el paso del tiempo! En 1531 J. Diego asombró al nuevo mundo con la divina aparición que testimonió en su florido sayal, y que lo catapultó hasta conseguirle su membresía en el santoral oficial. Cuatrocientos ochenta años después, la aparición que cimbró al mundo, ya no tan nuevo, fue la del propio Diego, ahora sin sayal, pero sí con una chamarra Hugo Boss, Hermes o Carolina Herrera. Como antaño, las rosas son el mensaje, pero esta vez en mano, para no manchar el atuendo. Don Diego, a pesar de ser un verdadero doctor Lemuel Gulliver en el actual Lilliput panista, no está, por voluntad propia, en la pelea.

A él, el poder lo trastorna, pero no para ejercerlo, sino para disfrutarlo. Don Diego no es el enemigo a vencer, sino el ideal "compañero de viaje" para, en la moderna acepción del término, tranzar.

Este trilema da, como en los viejos folletines, para varias entregas. No se pierda las próximas, en la que continuaremos levantando el censo en Milendo (capital de Liliput, 170 m2), donde habitan los leales a don Felipe; en ella también nos referiremos a los principales artilleros del "fuego amigo" y, por supuesto, a los mesías que asoman en lontananza.

Pensemos: ¿cómo resolvería su trilema don Felipe si el candidato priísta fuera Peña Nieto o Manlio Fabio, o la señora Paredes? ¡Qué angustia, dioses, qué angustia! (Invocación incluyente.) O le atina o, previsoriamente, separa, desde ya, su camarote en la acreditada históricamente línea Ipiranga Cruises.