Cortos de 1911.

domingo, 30 de enero de 2011

"El Acorazado Potemkin".


Hace 85 años, el 18 de enero de 1926, tuvo lugar en Moscú el estreno de la famosa película de Serguei Eizenshtein, “El acorazado Potemkin”.


Esta obra, teñida de un sobrecogedor realismo, inmediatamente pasó a formar parte de los referentes del cine mundial y hasta el día de hoy sigue figurando en las listas de las mejores películas de toda la historia.


No importan los saltos que diera posteriormente el cinematógrafo, “El acorazado Potemkin” nunca ha quedado obsoleto.


Ha habido bastantes parodias de esta película épica sobre la rebelión de los marineros: así, referencias irónicas las podemos encontrar en “Los intocables de Elliot Ness” de Brian de Palma, en “Brasil” de Terry Gilliam y en “Déja vu” de Juliusz Machulski.


En 1966, Guennadi Poloka dirigió la película “El regreso del Acorazado”. Incluso en los Simpson se puede ver una parodia de la película de Eizenshtein.


Su película es lacónica y expresiva, igual que lo es el arte del cartel, su concepto es lógico e implacable, igual que un artículo de estilo publicista y de insuperable calidad, es impactante, como lo podría ser un ardiente sermón, es cruel y realista como lo son los documentales.


En opinión de Eizenshtein, el objetivo del cine era “transmitir directamente un postulado”. Y es precisamente por ello por lo que es tan difícil acabar amando esta película. Sin embargo, no se puede menos de admirar la maestría de su director que la filmó cuando tenía apenas 27 años.


Los temores de lanzar una película sin estrellas como protagonistas y sin una historia de amor resultaron completamente infundados: al día siguiente de la presentación los cines de Moscú estaban abarrotados de gente.


Y si el primer día el público era recibido por personal vestido de marineros con una enorme maqueta del acorazado expuesto enfrente del cine, a partir del día siguiente ni siquiera fue necesario.


En abril de 1926, la película viajó a Berlín para obtener un increíble éxito y protagonizar escándalos de censura. El público sufrió una conmoción cultural y Eizenshtein se convirtió en toda una celebridad.


De hecho, “El acorazado Potemkin” fue película precursora del neorealismo italiano de los años 1945-1955 con sus características historias y sus sentimientos y ambiente, sacados de la vida real.


Sin embargo, aquella tendencia cinematográfica evitó ser moralizadora. Eizenshtein, por su parte, durante el rodaje paulatinamente se alejó de su concepto preferido del “montaje de atracciones” al estilo del circo o de un musical, para acercarse al “cine de análisis”.


El cinematógrafo intelectual, entendido por Eizenshtein, sin embargo, no dejaba de ser propaganda. “El cine de análisis”, aseguraba el director, “ha de tratar temas de toque derechista, de toque izquierdista, de la dialéctica y de los métodos del bolchevismo”.


Ahora parece estar de moda dar color a las películas creadas en blanco y negro. Sin embargo, el director soviético también fue pionero en este sentido, pintando a mano de rojo la bandera, izada por los marineros sublevados en el mástil del acorazado.


La banda sonora de la película es una historia aparte, porque hubo tres variantes del acompañamiento musical. La primera versión pertenecía al compositor austríaco Edmund Meisel y, con los ruidos de la película sobrepuestos, le parecía ideal a Eizenshtein.


Al ser restaurada la película en 1976, como banda sonora se usaron las Sinfonías № 5, 8, 10 y “1905” de Dmitri Shostakóvich que le dieron al “Acorazado” un carácter infinitamente más dramático.


En 2004 y 2007 los grupos “Pet Shop Boys” y “The Sun Kings” presentaron sus versiones de la música de la película, arreglada en estilo pop.


Eizenshtein era considerado ya un director de referencia cuando no tenía ni 30 años y le empezó a seguir toda una generación de jóvenes con talento. A finales de los años 20, dictaba conferencias en Berlín, Hamburgo, Londres, Cambridge, Ámsterdam y Amberes y a principios de los años 30 pasó una temporada trabajando en Estados Unidos y México.


El rodaje de su película “Viva México” fue suspendido al ser invitado el director por José Stalin en persona a volver a la URSS. Tras su regreso, Eizenshtein dio cursos de dirección cinematográfica en el Instituto Estatal de Cinematografía.


Una de las ideas preferidas de Eizenshtein profesor era la siguiente: provocarle al espectador la reacción necesaria es para un director de cine una tarea “puramente matemática” y, por lo tanto, “para solucionarla se necesita más o menos la misma agudeza de la mente que para proyectar una edificación de hormigón”.


En 1938, vio la luz la película histórica “Alexánder Nevsky” con la música de Serguei Prokófiev y, entre 1941 y 1945, se rodó “Iván El Terrible”. Por la primera parte de esta última película a Eizenshtein le fue concedido el Premio Stalin y la segunda, sin embargo, fue prohibida y presentada solamente en 1958, mientras el rodaje de la tercera parte fue suspendido.


Según dijo otro director de referencia soviético, Mijail Romm, “a Eizenshtein le gustaba arriesgar, pero el destino no siempre le ponía a salvo”.


Hoy en día muchos directores citan el nombre de Eizenshtein como su primer maestro y los estudiantes aprenden de sus películas.


En la época del célebre director, “el joven cinematógrafo” no solía tardar mucho en formar a los cuadros que, sin embargo, brillaban como joyas. Lo curioso es que en la actualidad la industria del cine, por mucho que se empeñe, no es capaz de crear cosas tan valiosas.

martes, 25 de enero de 2011

¿Globalizacion en peligro?.


En sentido estricto, la globalización sufrió un fuerte golpe por la crisis económica, al hundirse los flujos internacionales de comercio y capital. Sin embargo, hubo muy poco retroceso en la liberalización de reglamentaciones que gobiernan el movimiento de bienes, capital y personas, fundamento de la globalización. En particular, pese al bache en el comercio mundial de finales de 2008 y en 2009, el temido ascenso del proteccionismo abierto no se materializó. A esto contribuyó el sistema de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que gobierna gran parte del comercio mundial. Además, las fuerzas subyacentes en la globalización siguen siendo potentes. Las empresas dependen de cadenas internacionales de suministro para mantenerse competitivas, y en la expansión más allá de sus mercados domésticos para aumentar ingresos. Hasta cierto punto, esto abre el camino para que la globalización se reanude y la recuperación económica continúe.

Sin embargo, la crisis económica ha elevado los riesgos de la globalización, y sigue siendo posible que proliferen barreras al comercio, al capital y al trabajo, y ello cause una reversión más permanente. La globalización estuvo implicada en la reciente crisis económica, en parte porque algunos aspectos de la economía globalizada, como los mercados liberalizados de capitales, fueron considerados causantes en alguna medida. Esto eleva la posibilidad de que las medidas para prevenir una repetición de la crisis disminuyan los flujos internacionales de capital. La crisis económica también puso de relieve el hecho de que la creciente prosperidad global que supuestamente derivaría de la globalización se basaba en tendencias insostenibles, sobre todo un exceso de empréstitos en buena parte del mundo desarrollado.

Eso se ha añadido a las renovadas críticas a la globalización en Occidente. El ascenso de los mercados emergentes a consecuencia de ella ya había comenzado a tener implicaciones poco cómodas para Occidente, bajo la forma de adquisiciones de firmas occidentales por competidores de mercados emergentes (con frecuencia de propiedad estatal) y mayor competencia por empleos y presiones sobre los salarios. Ahora la crisis ha minado la confianza occidental en la continuación de su prosperidad económica, y ensanchado la distancia entre el desempeño de la mayoría de las economías occidentales y los principales mercados emergentes en materia de crecimiento.

Las críticas a la globalización ganarán mayor ímpetu conforme se perciban más consecuencias de la crisis. En particular, el desempleo en las economías desarrolladas se mantendrá alto aun cuando continúe la recuperación (8% todavía en 2014, según proyecciones de EIU). Tal vez el mayor riesgo de un aumento generalizado del proteccionismo se daría si el empleo en los países occidentales no se recupera en forma adecuada.

Al mismo tiempo, el probable fracaso de las naciones en acordar soluciones conjuntas a algunos de los problemas que la crisis volvió patentes fortalecerán los llamados a adoptar soluciones unilaterales. Esto ocurrirá sobre todo con la evidente necesidad de reformar la gobernabilidad monetaria global para hacer frente a la excesiva acumulación de reservas, los flujos desestabilizadores de capital y los desequilibrios económicos. La intensificación de las tensiones monetarias entre socios comerciales también podría conducir a medidas proteccionistas.

Globalización controlada

Parece improbable, por las razones expuestas, que estos factores descarrilen por completo la globalización, pero los riesgos son sin duda considerables. Ya en otros tiempos se han revertido episodios de globalización, aunque se puede aducir que los avances tecnológicos hacen que la interconexión actual sea cualitativamente diferente de la situación en épocas anteriores. Sin embargo, es posible que la globalización sea sometida a un mayor escrutinio crítico.

En particular, es probable que la creciente oposición a la inmigración en buena parte de Occidente conduzca a más barreras al movimiento de trabajadores. En el comercio, aun cuando se pueda evitar un recurso generalizado al proteccionismo, se han incrementado medidas como las barreras no tarifarias, diseñadas para proteger ciertos sectores, y no se retirarán en poco tiempo. Y es posible que los días de mercados de capital totalmente irrestrictos hayan quedado atrás, como evidencia la regulación más estricta del sector financiero y la creciente popularidad de los controles al capital para atenuar los flujos de dinero especulativo.

Estas restricciones podrían ser contrarrestadas por la creciente integración de más países en la economía global. Las principales economías emergentes, como el BRIC y el llamado CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), continúan abriéndose. Rezagados como Bangladesh, Nigeria, Ucrania e Irán podrían sumarse. Pero los mayores controles en muchos países retrasarán y modularán el desarrollo de la globalización hasta cierto punto.

Las tendencias en la inversión extranjera directa (IED), importante medida de la integración económica internacional, apuntan a corto plazo a una globalización más lenta que en los años de auge de 2003-07, y a una inclinación de la balanza hacia los mercados emergentes. Estimamos que los flujos globales de IED tuvieron sólo una tibia recuperación en 2010, hasta alrededor de 1.1 billones de dólares, equivalentes a la mitad del punto más alto alcanzado en 2007. Sin embargo, los flujos hacia los mercados emergentes cayeron en forma menos acusada durante la crisis y repuntan con fuerza: estimamos que en 2010 se elevaron 14%, en comparación con un descenso de 7% en los flujos al mundo desarrollado.

Parece improbable, por tanto, que el impacto de la crisis evite el surgimiento de una nueva fase de globalización, cada vez más impulsada por los mercados emergentes; de hecho, el relativo estancamiento de Occidente después de la crisis podría incluso reforzar al cambio. Hasta ahora la globalización se ha dado sobre todo de occidente a oriente, pero en un mundo totalmente globalizado los negocios fluirán en todas direcciones. Por ejemplo, prevemos que la inversión directa china en el exterior se elevará de 2 mil mdd en 2004 a 127 mil mdd en 2014.

La firma Boston Consulting Group describe este estado como "globalidad", un "mundo sin centros", en el que la competencia será de "todos por todo". Esta nueva fase tendrá lugar en un entorno más controlado del que se habría considerado probable antes de la crisis, y por tanto será más lento, pero sin duda representará un cambio sísmico con implicaciones de largo alcance.

viernes, 21 de enero de 2011

Vencer el escepticismo.


“Que el fraude electoral jamás se olvide”


Perdón por la expresión, pero los mexicanos estamos hasta la madre del estado de cosas imperante: de la corrupción, de la partidocracia, de las crisis, de la inseguridad, de la inoperancia gubernamental, de la caterva de zánganos que dizque legislan, etc. etc. Así puede resumirse la intervención de un destacado empresario en una reunión convocada para comentar el Proyecto Alternativo de Nación postulado por Andrés Manuel López Obrador.

Creo que, sin lugar a dudas, tal es el sentimiento de la enorme mayoría de la población sin distingos de clases sociales, edades o sexos. Tal es también el mayor reto para el lopezobradorismo, en tanto que la calificación barre parejo con todos pero que, además, ha sido el blanco favorito de la manipulación desinformativa. Para encontrarnos y entendernos hace falta colocarnos en los zapatos del otro, antes que pretender colocar al otro en los nuestros. A una persona cuya información proviene de la televisión y de los “más prestigiados comentaristas” cómo puede pedírsele que crea en el discurso de AMLO si le han hecho entender que todos son iguales y que él es un peligro para México. Lo peor del caso es que ese perfil de persona es mayoritario en la clase media mexicana, tremendamente marcada por el escepticismo. El reto es mayúsculo pero no queda de otra que afrontarlo y hacerlo con inteligencia y, sobretodo, con honestidad; en ello va una buena parte del éxito proyecto, comenzando por lo electoral.


Lo irónico del caso es que todo el mundo está hastiado, pero el único político que lo expresa con todas sus letras y en todos los foros es Andrés Manuel; es el único que presenta un proyecto para transformar de raíz el estado de cosas; es el único que recorre todo el país para organizar el pueblo para emprender la transformación y que reúne a las mejores gentes para la elaboración del proyecto. Las otras fuerzas políticas, incluida la de los tránsfugas enquistados en la directiva del PRD, sólo ofrecen más de lo mismo: más engaño; más corrupción; menos empleo; menos crecimiento y más pérdida de la nación; más hartazgo en la sociedad. En esta condición, más que aclarar las dudas que genere el proyecto, lo importante será generar la duda respecto de la etiqueta negativa que se la ha endilgado a López Obrador, respecto de la cual muchas de estas personas no ponen el menor reparo. Conseguir el beneficio de la duda allanará el camino para explicar y debatir y, con alta posibilidad, convencer.


Hay varias cosas que hacen ruido, entre ellas: el caso Bejarano y el plantón de protesta por el fraude electoral. Es importante afrontarlas y explicarlas, aunque ya haya pasado mucha agua debajo del puente. Por lo que hace al caso Bejarano habrá que volver a circular el famoso video de la maleta; ahí el tal Ahumada le pidió que le apoyara ante Andrés Manuel, a lo que Bejarano contestó:”Tú conoces a Andrés y sabes que no acepta estas cosas”; posteriormente el propio Ahumada publicó su libro, Derecho de Réplica, en el que hace explícito que la Jefatura de Gobierno del DF lo estaba investigando por fraudes en la obra pública y que, para protegerse mediante el chantaje, recurrió al expediente de la filmación de las entregas de dinero y lo negoció con Fernández de Ceballos y Salinas de Gortari, quienes se encargaron de armar la trampa mediática. Por lo que se refiere al plantón de protesta la explicación es ahora más fácil, el desastre del país generado por la ilegitimidad del régimen valoriza objetivamente la pertinencia del reclamo por el recuento de los votos; en tanto que su negación y el “haiga sido como haiga sido” sólo confirmaron la veracidad del fraude; se critica al que encabezó la protesta pero se exonera al que la causó; el plantón paralizó a la ciudad durante un mes, el fraude paralizó al país por todo un sexenio.


A la clase media no le gusta que AMLO arremeta contra la mafia de los privilegiados que, entre otras linduras, no pagan impuestos. Habrá que preguntarle a un pequeño o mediano empresario que se ve permanentemente acosado por el terrorismo fiscal si lo considera justo. Aquí el riesgo es que los interpelados, engañados por el cinismo de los teletones y los altruismos privados con cargo al erario público, reaccionen al revés en el sentido de optar por la aspiración a incorporarse al grupo de los grandes privilegiados, más que a corregir la injusticia, en tanto que arremeten contra la gente de la economía informal que tampoco paga impuestos. La corrupción imperante nutre este tipo de razonamiento a riesgo de generalizar el cinismo.


Creo que el punto nodal está en la convocatoria para el rescate de la moralidad, tanto la pública como la social; también es la de mayor dificultad para el convencimiento. Caras vemos corazones no sabemos, reza el refrán. Solamente cuenta la trayectoria personal para dar soporte a una postura que ofrece y demanda honestidad, dignidad y generosidad, atributos que son indispensables para convocar a la transformación afirmativa de la realidad y de las relaciones entre los humanos. La carretonada de calumnias y basura que se le ha querido endilgar a Andrés Manuel, no ha podido doblegarlo ni desviarlo del objetivo superior de servicio a la gente. Hay mucha tela de donde cortar.

miércoles, 19 de enero de 2011

Clandestinos y esclavos.


Cuando el joven Hamid dejó bien atrás su tierra magrebí, sintió que la riqueza entera del mundo estaría bajo sus pies. Las luces de las grandes ciudades lo cautivaban desde la lejanía, que intuía ya desde las cartas que su hermano Ahmed le enviaba desde una Francia exuberante y profusa que luego supo inexistente. No tardaría en cargar sobre sus hombros oscuros y su piel brillante de soles africanos la historia entera del mundo contra la que su rostro impactaría de lleno a poco de llegar.

Supo entonces que no hay un destino propio, con sueños de oropeles y deslumbrantes mañanas, para los desclasados. Eternamente portarán sobre su frente ancha la huella del origen que los hará fácilmente identificables allí donde lleguen como golondrinas que mutan de geografía en busca de trabajo que les dignifique los días.


No es simple llegar a la sádica conclusión de que la historia no es adversa sólo para Hamid. Golondrinas tercas arrinconadas a ese destino llegan de a millones a ese sexto continente que absorbe a todos los migrantes de la vida, que ya no reconocen su sitio de partida pero que jamás pertenecerán a su lugar de llegada. Golondrinas de pasaporte apátrida anclados eternamente en el país de la no dignidad.


Aristóteles definía que “la Tierra concibe por el Sol y de él queda preñada, dando a luz todos los años”. Imposible en su tiempo pergeñar la idea de trabajo productivo o, más aún, la de producción humana. El hombre -en una perspectiva absolutamente misógina- era capaz de reproducir ese vínculo del origen y obtener los frutos de la Tierra por el simple hecho de que el Sol la había fecundado: el buey y el arado, guiados por un sacerdote, aseguraban la fecundidad de la Madre Tierra hasta hacerla parir. Eso era la vida, ése era el proceso vital que aseguraba la reproducción sin los conceptos de acumulación de la riqueza de los que se apropiaría la humanidad siglos más tarde.


Hubo tiempos en que claramente el trabajo era sinónimo de esclavitud. Y bastaría bucear en su etimología, para comprender en profundidad. Trabajar: del latín, tripaliare. Derivada a su vez de tripalium, instrumento de tortura con el que se castigaba a los esclavos que no querían someterse.


No se ancló lejos de ese concepto el relato recogido por la Organización Internacional para las Migraciones por una víctima de trata para explotación laboral: “Un día por la radio escuché que un fabricante pedía costureros para su taller en Buenos Aires. En Santa Cruz (Bolivia), me entrevisté con una señora que me dijo que pagaban un peso con cincuenta la prenda, con casa y comida. Ellos pagaban el traslado, y después me lo iban descontando. Mi pasaje salió 120 dólares. Viajamos mi mujer, yo, y unas seis personas más. De la terminal de micros de Retiro nos llevaron directo al taller, y el dueño se quedó con nuestros documentos. El taller tiene dos habitaciones bien grandes, con unas 15 máquinas. Allí trabajamos, comemos y vivimos todos, incluso hay gente con niños pequeños. Trabajamos de lunes a sábado al mediodía, desde las siete de la mañana hasta la una de la madrugada del día siguiente. Al que se cansa o quiere dormir, el dueño lo amenaza con no pagarle nada, con ‘cagarlo a palos por vago’, o con denunciarlo a la policía para que lo deporten. Las puertas del taller están cerradas con llave, y la puerta de calle también. Ayer cuando le pedí lo que me debía, porque quería mandar plata a mi familia, me dijo que no me debía nada, me gritó que si lo seguía jodiendo llamaba a los de migraciones y me agarró a las patadas; a mi señora también
le pegó.”


A nivel mundial, la OIM estima que el 90 por ciento de las víctimas de trata son mujeres y niñas explotadas sexualmente. Y que las víctimas para explotación laboral -mujeres y hombres por igual- se ven obligadas a trabajar en condiciones de esclavitud en talleres textiles, tareas rurales, bloqueras, servicio doméstico o pesqueras.


Cuando por estos días los medios masivos recordaron abruptamente la existencia de la explotación laboral reprodujeron testimonios que repetían “ni siquiera sabemos cuánto nos van a pagar la hora”, “ni siquiera sabemos cuántos días vamos a trabajar”, “ni siquiera sabemos cuándo vamos a volver” o “nos hacinaban en casillas de chapa, sin cuchetas, sin agua y cobrándonos cada centavo de la poca comida que nos daban”.


Pocas veces la palabra fue tan contundente a la hora de nombrar las tareas. No es casualidad, en un retorno al concepto aristotélico de la Tierra fecundada, que se llame desflore al trabajo de retirar una por una las flores de las plantas hembras para producir maiz para semilla. En ese trabajo manual de evitar la polinización de hembras entre sí, para que la planta macho fecunde y nazca la semilla híbrida necesaria para la producción.


Son -según las cifras estrictamente oficiales del Anses- 150.000 los trabajadores temporarios en la Argentina. La mayoría, en condiciones de tremenda exclusión. En Formosa, Mendoza, Salta, Misiones, Jujuy, Buenos Aires, Entre Ríos o el profundo Sur que en más de un 60 por ciento trabajan totalmente en negro. A expensas de la mano mandante de las grandes transnacionales que hacen pie en cada asentamiento a través de empresas intermediarias. Castigados con el tripalium si buscan alzar la cabeza, como los esclavos que osaban rebelarse al sometimiento de los marioneteros de todo poder. Amenazados con el regreso a sus propios desiertos de origen, allí donde la miseria es más honda aún y menos atisbadora de esperanzas.


El sociólogo de la Organización Internacional del Trabajo, Reinaldo Ledesma, definió que “a veces los mandan y los tienen ahí sin trabajar, y sin pagarles, esperando que salga la flor. Los sacan antes para tener asegurada la mano de obra cuando la necesiten y evitar que los contraten otras empresas”. A expensas absolutamente del sometimiento que permite la Ley 22.248 de la dictadura que avala la servidumbre laboral y que desde 1980 reemplazó al Estatuto del Peón de Campo de octubre de 1944, cuando se establecieron salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de abrigo, espacio e higiene en el alojamiento del trabajador.


Nidera, Monsanto, Pioneer, Donmario, Nuestra Huella son apenas algunos de los nombres de los manejadores de vidas a cambio de un salario mísero y un destino incierto. Donde organizaciones sindicales como la Uatre quedan vilmente asociadas a esa explotación y prolongan la agonía.


“Con hambre no se puede pensar, con hambre no se puede trabajar, antes del medio día, señor Gobernador, en los yerbales el hambre se siente tanto que nos cuesta el doble o el triple juntar el raído. De hambre nos estamos enfermando y muriendo”, recordábamos hace poco en estas páginas que decían los tareferos al gobernador Maurice Closs.


Después de todo, como dice Galeano, el mundo es una gran paradoja que gira en el universo. A este paso, de aquí a poco los propietarios del planeta prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua.

domingo, 16 de enero de 2011

El cambio climatico: Malas noticias y una esperanza.


No pasa un mes sin que en algún punto del planeta ocurra algún tipo de desastre meteorológico, calificado por el periodista de turno como “natural” en forma de ola de calor o de frío, intensas nevadas o lluvias, vientos huracanados u oleajes que baten registros máximos. Una recopilación de últimos desastres que sobrepasan límites nacionales nos lleva a recordar la ola de calor y los incendios forestales en Rusia el pasado verano, junto con las inundaciones en India y Pakistán con cientos de muertos y desplazados y graves pérdidas económicas de personas ya de por si pobres. Incluso un país desarrollado como Australia se ve desbordado cuando las lluvias torrenciales arrasan todo lo que encuentran a su paso. Si nos vamos remontando hacia años anteriores, recordamos inundaciones en Inglaterra, la ciclogénesis explosiva que azotó Francia el año pasado, la ola de calor en Europa en 2003, el huracán Katrina o el Nargis, los tornados en el sur de Estados Unidos o las inundaciones en el sur de la Península Ibérica.

No hay que olvidar las intensas nevadas e intenso frío de las últimas semanas en Europa y Estados Unidos. Es evidente que para que nieve abundantemente hace falta frío, pero también una cantidad considerable de vapor de agua en la atmósfera. Un estudio publicado en Journal of Geophisical Research (1) apuntaba que estas olas de frío tan intensas están relacionadas con la pérdida de hielo en el Ártico que se acentúa en los últimos años. Si hacemos una lectura simple del frío que ha hecho estas semanas podría pensar que es porque en el Ártico hace más frío y se esta formando más hielo marino, pero los datos muestran, de nuevo, que en realidad hay menos hielo, tanto en superficie como en espesor, al igual que el año pasado por estas fechas debido a la repetición de la Oscilación Ártica negativa, llevando a diciembre de 2010 a su menor extensión para el mes de diciembre (2). El hielo marino Antártico, por su parte, continua con su tendencia ligeramente ascendente, siempre teniendo en cuenta que a diferencia del Ártico el hielo marino Antártico desaparece casi completamente en verano, mientras que el Ártico no ha estado libre de hielo desde hace 5.500 años.

En cuanto a la temporada de huracanes (3), 2010 será recordada como una de las más activas recordadas, con la formación de 19 tormentas, 12 de las cuales se convirtieron en huracanes y 5 alcanzaron categoría 3 o superior. En promedio, el Atlántico registra 11 tormentas, 6 huracanes y dos grandes huracanes. Afortunadamente, la mayor parte de ellos no tocaron tierra y no provocaron grandes desastres humanos, aunque Haití sufrió el huracán Tomás, que sumado al terremoto del pasado enero ha incrementado la penuria de la población. Por otro lado, La Niña que incrementa la actividad en el Atlántico redujo, a su vez la actividad en el Pacífico Este con siete tormentas, 3 se convirtieron en huracanes y dos fueron grandes huracanes. En promedio en el Pacífico Este se producen 15 tormentas, 9 huracanes y 4 grandes huracanes.

Tampoco hay buenas noticias respecto a los glaciares del mundo (4). El balance de masa promedio de los glaciares con series de observaciones disponibles a largo plazo en todo el mundo continúa descendiendo. Las cifras muestran una reducción del espesor de 0.5 a 0.6 metros de agua equivalente durante el año hidrológico 2008 y 2009, respectivamente. Los nuevos datos continúan con la tendencia global de una fuerte pérdida de hielo durante las pasadas décadas y lleva la pérdida del espesor promedio acumulado de los glaciares de referencia desde 1980 a cerca de 12.5 metros de agua equivalente.

Estos días las principales agencias que estudian la temperatura media del planeta, el Instituto Goddard de la NASA (GISS), el Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC), la Agencia Meteorológica japonesa e inglesa (5) están de acuerdo en que 2010 es junto a 2005 el año más cálido registrado desde 1880 y eso a pesar de que se ha dado el fenómeno de enfriamiento de las aguas del Pacífico, La Niña y a la continuación de una inusual escasa actividad solar. Teniendo en cuenta que los métodos de medición de las temperaturas y los lugares que tienen en cuenta son distintos, la conclusión es la misma: Continúa aumentando la temperatura del planeta y la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.

Todos los fenómenos responden a la casuística provocada por un planeta más caliente con más vapor de agua en la atmósfera y más energía para provocar fenómenos extremos.

Percepción

El pasado 13 de diciembre, Bob Ward (6), director de comunicación del Grantham Research Institute o­n Climate Change and the Environment en la Escuela de Londres de Economía y Ciencias Políticas, publicaba un interesante artículo titulado “¿Por qué los medios en el Reino Unido ignoran las noticias sobre cambio climático?” En su artículo se preguntaba que cómo podía ser que los medios en el país hubiera ignorado el anuncio de que el 2010 había sido el más cálido, a excepción de The Guardian.

¿Es posible que a los medios españoles les ocurra como a los ingleses? ¿Qué en pleno invierno hablar de calentamiento global supone cuestionarlo? ¿Qué aunque los científicos involucrados en el “Climategate” han sido exonerados de mala conducta, es mejor no hablar de cambio climático? ¿Qué quizás en España se apela más al sentimiento que al razonamiento para dar importancia a una noticia? ¿Qué toca habla de otra cosa?

En España, se ha podido ver esta noticia en medios de comunicación, pero la noticia no se contextualizó lo suficiente, al menos en televisión y por ejemplo, en el caso de Telecinco se vinculaban los datos de las temperaturas medias globales de 2010 con las altas temperaturas que estamos teniendo estos días en España, sobre todo en la costa mediterránea. Hubiera sido más relevante que la temperatura media global se hubiera puesto en el contexto de que la concentración de dióxido de carbono alcanzó en 2010 su mayor concentración (390 partes por millón) de los últimos 800.000 años. Siendo tan localistas, cualquiera podría responder que hace unos días hacia mucho frío y es probable que en pocos días, el invierno nos vuelva a recordar que aún no se ha marchado, con lo que la percepción del público sigue siendo equivoca, el tiempo meteorológico no es el clima.

Por supuesto, ni las inundaciones en Australia o Pakistán, ni la ola de calor del verano en Rusia pueden atribuirse directamente al calentamiento global, pero parece que algunos periodistas han decidido que es mejor no vincular estos desastres a aquel, por miedo o autocensura, no sé sitratando de evitar que luego los llamen catastrofistas o algo peor. O incluso puede haber una explicación más preocupante: si no hablamos de cambio climático, es que ha desaparecido. Es conveniente recordar en este punto que a pesar de que la detención del Juan López de Uralde de Greenpeace en aquel momento en Copenhague fue muy difundida, junto con las detenciones masivas practicadas, no lo ha sido tanto (siendo generoso), la sentencia del tribunal danés en la que declaraba ilegales estas detenciones preventivas realizadas durante la cumbre de más de 1.900 personas (7), ¿una forma de disuasión del activismo social?

Alguien podría recordarnos que se habló del cambio climático durante la cumbre del clima en Cancún, pero sólo para vender un “éxito en la buena dirección” o “que se han hecho los deberes” como se dice ahora. Cómo si no hubiera habido otras 18 cumbres donde los avances han sido mínimos y los retrasos máximos en al adopción de medidas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero

Órdago a la grande

No creo estar equivocado al afirmar, que a pesar del ruido negacionista, nunca se perdió la confianza en los climatólogos tras el denominado “Climategate” y la mayoría de la población cree que el cambio climático es real y provocado por el hombre. Por tanto, hay una esperanza para que más personas y colectivos puedan sumarse al movimiento por el clima en nuestro país.

En segundo lugar, habiendo sido relegado el cambio climático a la tercera división informativa, hay que volver a poner sobre la palestra el asunto en este año crucial para el futuro. Para ello, no deberíamos esperar a tener una sorpresa climática o un desastre nacional grave, eso sería llegar tarde. La combinación de acciones efectistas durante todo el año y movilizaciones tanto en el día de la Tierra como durante la próxima cumbre del clima se hacen imprescindibles.

A pesar de las llamadas a la renovación del movimiento por el clima en el Reino Unido llevadas a cabo por Bradley Day (8), un activista de base y organizador del Campamento por el clima, los grupos que trabajan sobre el cambio climático están más organizados en su país que en el nuestro y uno siente cierta envidia del grado de movilización conseguido. Han sido capaces de organizar campamentos por el clima en pleno centro de Londres y lanzar acciones directas no violentas muy interesantes, señalando a los responsables del cambio climático y llamando la atención de los medios de comunicación británicos que han dado una amplia cobertura de sus movilizaciones, además, de que ellos mismos crearon sus canales de difusión. Las manifestaciones en Londres han sido siempre más numerosas que las de Madrid o Barcelona.

Por otra parte, si en un contexto de crisis económica ha sido difícil que la sociedad española alcance un grado de movilización elevado, similar al francés o al griego, es complicado movilizar a la población por la crisis climática. Y no trata de pensar en lo que podría ocurrir aquí dentro de 30 o 40 años, pensemos que los que ya sufren el cambio climático son los más pobres del planeta, aquellos que menos han provocado el cambio del clima con sus estilos de vida, Además, la cosa puede ir a peor ya que no sabemos en que punto la atmósfera puede dar un salto climático y entrar en un régimen climático diferente al que ha conocido la humanidad, con consecuencias catastróficas.

Pero las bases para la movilización están ahí: Malestar contra la política tradicional, cuestionamiento cada vez más generalizado del modelo capitalista de producción y consumo, descontento por la reducción de derechos sociales, un mayor interés por la movilidad sostenible y ecológica, un apoyo más decidido a las energías renovables, la vuelta a una agricultura de autoconsumo que nos devuelve sabores perdidos por culpa de la producción agrícola y ganadera industrial, una conciencia más generalizada por el ahorro y la eficiencia energética y medios de comunicación alternativos que rompen el discurso predominante cada vez más afianzados. Todo ello acompañado de la gestación de un movimiento político ecologista unitario que pueda hacer frente a los desafíos ambientales que se plantean en este siglo, no sólo en lo referente al cambio climático, sino también a la lucha contra la contaminación de las ciudades, de los ríos y de los océanos, la lucha contra un modelo depredador de la biodiversidad y por la recuperación de valores humanos como la justicia social y la solidaridad.

2011 puede ser el año en que cambiemos el curso de los acontecimientos, ¿estamos preparados?

Referencias:

(1) Vladimir Petoukhov and Vladimir* Semenov, 2010. A link between reduced Barents-Kara sea ice and cold winter extremes over northern continents. Journal of Geophysical Research, Vol 115, D21111. doi:10.1029/2009JD013568.
http://www.pik-potsdam.de/news/press-releases/global-warming-could-cool-down-temperatures-in-winter

http://www.realclimate.org/index.php/archives/2010/12/cold-winter-in-a-world-of-warming/

(2) http://nsidc.org/sotc/sea_ice.html

http://nsidc.org/arcticseaicenews/
http://nsidc.org/arcticseaicenews/faq.html#antarctic

(3) http://www.noaanews.noaa.gov/stories2010/20101129_hurricaneseason.html
(4) http://www.wgms.ch/mbb/sum09.html

(5) http://www.giss.nasa.gov/research/news/20110113/

(6) http://www.guardian.co.uk/environment/2011/jan/13/uk-media-ignore-climate-change

(7) http://www.diagonalperiodico.net/Las-detenciones-preventivas-de.html

(8) http://www.guardian.co.uk/environment/cif-green/2011/jan/05/climate-movement-renewal-ratcliffe